La construcción asturiana se prepara para declararse en estado de guerra. El sector buscará el apoyo de los alcaldes, e incluso recurrirá a los partidos de la oposición en busca de ayuda para evitar la desaparición de unas 150 empresas, que son las que se verán abocadas al cierre este año si se mantiene el sistema de subasta para adjudicar obras. Este modelo, que utiliza el Gobierno regional socialista, conlleva desde hace varios años dar los trabajos a la oferta más baja, lo que se traduce en concederlas a empresas foráneas. Fuentes empresariales confirmaron que la construcción se opondrá al pacto de concertación si el Principado "se empeña en hundir lo que queda".

El Gobierno regional ha rechazado abandonar el sistema de adjudicación de obras por subasta e incluir cláusulas sociales, como exige la construcción regional para asegurar la contratación de profesionales asturianos en paro. Asegura el Principado que incurriría en ilegalidades. Otras fuentes, sin embargo, aseguran que existen fórmulas para poner en marcha programas de este tipo y ponen como ejemplo al Ayuntamiento de Avilés, pionero en este tipo de contrataciones y un ejemplo a nivel nacional e internacional.

La construcción asturiana tenía en el año 2008 unos 32.000 trabajadores sujetos al convenio del sector. Ahora la cifra ronda unos 7.000 y descendiendo. "O se adoptan medidas urgentes e inmediatas o este Gobierno regional hundirá un sector que ha sido referente en el país, con la Fundación Laboral de la Construcción como buque insignia", aseguran desde la patronal.

"Nunca se ha vivido una crisis semejante a ésta en el sector y nunca ha habido menos sensibilidad por parte de un Gobierno", criticaron duramente fuentes empresariales, asegurando que la mitad de las últimas obras adjudicadas no se han empezado "porque las empresas quieren ahora renegociar los contratos al incurrir en bajas temerarias e insostenibles. La consecuencia es que luego se incumplen todas las condiciones exigibles por ley en calidad, materiales, seguridad, subcontratas, etcétera, y en muchos casos las obras, si se empiezan, no se acaban".

Fuentes empresariales aseguraron que durante los próximos días se van a mantener reuniones tanto en la patronal de la construcción, CAC-Asprocon, como con otras entidades para recabar apoyos. También se mostraron "confiados en que FADE mueva ficha en el marco de la concertación", buscando un acuerdo que contemple las exigencias de la construcción asturiana.

En todo caso, empresarios del sector ya advirtieron de que "FADE podrá firmar lo que quiera, pero o el Gobierno regional soluciona un problema que él mismo ha generado, o va a tener uno todavía mayor, porque ya no se puede sostener por más tiempo esta situación. Están en juego la viabilidad de más de un centenar de empresas y de más de 1.000 empleos sólo este año".

El Principado, la patronal FADE y los sindicatos aún continuarán negociando "flecos" en los próximos días.