El constructor Juan Antonio Fernández Fernández no negaba a LA NUEVA ESPAÑA en noviembre de 2014 la relación de amistad que le unía al entonces presidente del Montepío, José Antonio Postigo: "Lo conozco desde hace más de veinte años, como conozco a muchas más gente", afirmó entocnes para luego recalcar que su relación personal nada tuvo que ver con la concesión de la obra del polémico geriátrico de Felechosa, una operación por la que la empresa obtuvo 6,1 millones de euros de beneficio neto pese a que el presupuesto de adjudicación era de 31 millones.

El gran complejo, cuya gestión económica terminó por ser deficitaria, está en el punto de mira de la Fiscalía Anticorrupción, ya que sospecha que de su construcción salió buena parte de los 1,4 millones de euros que Villa trató de regularizar en 2014.

La empresa de Juan Antonio Fernández, denominada Alcedo de los Caballeros, se constituyó en 2001, destinada a reformas y construcción de edificios residenciales a modo de "microempresa" con 10 trabajadores.

En los dos primeros ejercicios, 2002 y 2003, registró pérdidas, pero obtuvo los primeros beneficios en 2004: 21.636,29 euros. Desde entonces, los resultados fueron mejorando y pasaron de unos 55.000 euros a casi 280.000 en 2007. Pero al año siguiente los beneficios cayeron y no alcanzaron los 9.000 euros. Fue ese año en el que recibió la adjudicación del geriátrico: toda una sorpresa por que por la obra concursaron grandes constructoras con experiencia en este tipo de proyectos.

La adjudicación levantó recelos, máxime cuando fue la única del Plan de la Minería que no tuteló la administración pública, sino que el propio Montepío la gestionó.

La nave de la constructora está en el polígono del Masgaín, en Lena. Alrededor de las dos de la tarde llegaron a las instalaciones dos coches de la Guardia Civil. En uno de ellos estaba supuestamente el constructor. Las pesquisas en el interior del recinto se prolongaron hasta la noche. La hija y el abogado del empresario también estuvieron en las oficinas.