La Federación Asturiana de Empresarios (FADE) ha reclamado un acuerdo para sacar adelante los Presupuestos Regionales para evitar los perjuicios que supondría una prórroga presupuestaria. Pero también ha advertido que no vale cualquier presupuesto y reclamó que los de 2018 sean inversores para sacar adelante los acuerdos suscritos en el pacto de concertación y cambiar la estructura económica de la región. La patronal asturiana ha planteado al presidente del Principado, Javier Fernández, algunas propuestas, como abordar la mejora de las infraestructuras asturianas, deterioradas por la falta de mantenimiento de la crisis, y cambiar el modelo de rehabilitación. Ambas opciones permitirían crear empleo, entre otras ventajas.

La "desilusión" de FADE con el desarrollo del pacto de concertación no es ningún secreto. Fundamentalmente porque, al menos de momento, no sólo va a ralentí, sino que no se está produciendo el cambio en la estructura económica de la región que la patronal perseguía al suscribirlo.

Alberto González, director general de FADE, fue contundente: "No arrancan los planes específicos de los sectores identificados como tractores de la economía regional. Los cambios en la formación van muy lentos, igual que la apuesta por la innovación y no hablemos de las inversiones".

Los empresarios defendieron la necesidad de que la concertación fuera "viva, que se revisara periódicamente no sólo su grado de ejecución, sino en qué, para qué, los objetivos cumplidos y que se pudieran incorporar necesidades nuevas", explicó Alberto González. Hasta ahora, no se ha producido ninguna de estas variables.

Así que FADE presentó sus propuestas en la última reunión del pacto de concertación celebrada el martes. Por ejemplo, los empresarios plantearon que se exploren alternativas de financiación, por ejemplo, captando capital privado. También invertir en la mejora de las infraestructuras, "que se deterioran a marchas forzadas por falta de mantenimiento, incrementando el coste cuando se tengan que abordar a la vez que se resta competitividad", señaló el director general de FADE.

Además, los empresarios propusieron un modelo alternativo de rehabilitación, que no se limite a la edificación, sino también al entorno para facilitar la atención a los mayores y a las personas con movilidad reducida. "Esto permitiría, por un lado, un potencial desarrollo de productos de construcción más innovadores y además generar empleo e incorporar tecnología".

Se les escuchó, pero no hubo concreciones para apostar por ninguna de las propuestas.