A. P. G.

El manual «Comunicación terapéutica efectiva en el servicio de Urgencias» elaborado por las enfermeras Laura Alonso y Maite del Arco incide en la escucha activa por parte del personal médico-sanitario. «No es lo mismo escuchar que oír. A veces hay ciertas barreras que nos impiden escuchar, como la prisa. En nuestro servicio es fundamental la escucha activa», explicó la primera.

Alonso señaló que en buen número de situaciones priman los prejuicios. «A veces, cuando atendemos a un paciente, hacemos juicios de valor de lo que estamos percibiendo sin haberlo escuchado. Hay varias claves, como no dar consejos que nadie nos pide, ya que a veces tiene el efecto contrario», apuntó Laura Alonso. Y añadió: «La paciencia y el respeto son fundamentales. Hay varias reglas para escuchar: dejar hablar, proporcionar intimidad y evitar distracciones en lo posible».

Tanto las autoras del trabajo como el jefe de la unidad de Urgencias, Gabriel Redondo, confían en que estas prácticas se conviertan en una filosofía de trabajo. «Desde hace años estamos adoptando medidas de organización, como la clasificación por gravedad de los pacientes (el sistema conocido como «triage») y el reciclaje continuo del personal del servicio, con formación constante», señaló Redondo. «Ahora lo que estamos intentando es comunicarnos mejor con nuestros pacientes, que capten lo que queremos decir y manejar situaciones de cierta agresividad. Queremos invertir en este proyecto tiempo y dedicación, y de manera inmediata», concluyó el jefe de Urgencias del San Agustín.