Myriam MANCISIDOR

Elías Barrul Jiménez tiene 17 años, vive en Las Bárzanas (Castrillón) y es voluntario con alma de maestro. Colabora con la Fundación Secretariado Gitano desde el año pasado y cada día trabaja para conseguir que los niños, y especialmente las niñas gitanas, terminen los estudios de Secundaria. Barrul Jiménez defiende que «un gitano con estudios es un gitano con futuro». «Animo a los pequeños a que realicen las tareas que les mandan sus profesores y, luego, una vez que terminan los deberes, les acompaño a jugar al fútbol, a la piscina...», explica este joven que una vez que termine la Educación Secundaria Obligatoria tiene previsto matricularse en un grado medio de mecánica.

Elías Barrul quiere seguir estudiando y con su ejemplo contribuir a que la comunidad gitana mejore sus resultados académicos. A día de hoy, solo dos de cada diez jóvenes gitanos que llegan a Secundaria finalizan sus estudios. «Creo que es importante que los niños tengan a una persona de su cultura como referente», explica Barrul Jiménez, que cada martes y jueves dedica tres horas de su tiempo libre a ayudar a aproximadamente veinte niños de Salinas y Piedras Blancas, todos ellos de Educación Infantil. «Les animo a que sigan estudiando. Ha habido un avance muy importante en los últimos años pero aún existe cierta desigualdad», explica este joven voluntario de Secretariado Gitano, el único con el que cuenta el colectivo en Castrillón.

Barrul Jiménez lleva desde niño participando en las actividades que promueve esta entidad pero fue en el verano de 2011 cuando se «enganchó» al trabajo altruista. Empezó colaborando con la escuela de verano que se realiza en Piedras Blancas los meses de julio y agosto. En otoño decidió seguir impartiendo doctrina en el programa de apoyo escolar. Y está encantado, pese a que sus tareas como voluntario le obligan a rascar minutos al reloj para llegar a tiempo a la citas con sus «alumnos». Elías Barrul Jiménez aún no tiene carné de conducir y, actualmente, depende del apoyo de su familia para moverse de un sitio a otro. En su casa todos respaldan la decisión que tomó este joven: estudiar e inculcar a otros gitanos el mismo espíritu.

Sus pupilos de horas extraescolares también están encantados con su trabajo. Y no es para menos. Cuando los pequeños terminan los deberes, juegan. Todo esfuerzo tiene su recompensa. Pero para lograr cambios sociales a largo plazo hay que cambiar mentalidades. Lo sabe bien Elías Barrul y también la Fundación Secretariado Gitano, que trabaja con este objetivo desde hace años a través de campañas de sensibilización centradas en la educación.

Actualmente la Fundación trabaja en nueve concejos asturianos: Avilés, Oviedo, Gijón, Muros de Nalón, Pravia, Soto del Barco, Gozón, Corvera y Castrillón. En este último municipio Elías Barrul colabora estrechamente con la técnica de intervención social, Diana Reyes. Por su edad, el joven de las Bárzanas ayuda a los niños más pequeños. Otros integrantes de Secretariado Gitano colaboran con alumnos de Secundaria y también con algunos estudiantes de Formación Profesional.

En cualquier caso son necesarios más voluntarios como Elías Barrul Jiménez. De ahí que la Fundación Secretariado Gitano tenga un blog al que puede acceder cualquier persona interesada en el voluntariado. Este es: http://khetaneasturias.blogspot.com.es/.

Barrul es la imagen de la solidaridad y de las campañas de sensibilización en materia de educación. Él quiere estudiar y que el resto siga su ejemplo. ¿Hasta cuándo será voluntario? «Hasta que los niños me dejen de querer», confiesa.