La empresa Asturiana de Zinc (Azsa) dejará de hacer nuevas analíticas por mercurio en diez días, según comunicaron en medios sindicales. La compañía ha emitido un comunicado en el que informa de que los trabajadores que quieran pasar por el botiquín de la fábrica de San Juan de Nieva para someterse a la analítica correspondiente tienen de plazo hasta el próximo día 15. La intoxicación en tostación volverá a formar parte del orden del día del comité ordinario previsto para hoy y en el que los sindicalistas también disertarán sobre el convenio y acerca de una adjudicación de vacantes.

El anuncio del plazo para poner fin a las analíticas ha caído como un jarro de agua fría en la sección sindical de Comisiones Obreras. La central mantiene el mismo mensaje que desde que trascendió el accidente en tostación, a principios del pasado diciembre: «Seguiremos exigiendo exámenes obligatorios al conjunto de la plantilla y de las empresas auxiliares».

Ya han transcurrido tres meses desde el estallido de la «crisis del mercurio» en las instalaciones de Asturiana de Zinc en San Juan de Nieve. El 2 de febrero de 2012 se detectaron los dos primeros casos por envenenamiento por metales pesados. Posteriormente, toda la plantilla de trabajadores de la empresa auxiliar Ingeniería Montajes del Norte (Imsa) resultaría afectada por niveles excesivos de metales pesados en el organismo. Esos trabajadores habían participado en la parada técnica de la planta de tostación número 4, instalación de cuyo mantenimiento se encargaba Imsa.

La lista de intoxicados fue creciendo día tras día. Ahora, y según datos de la Unión General de Trabajadores (UGT), la lista la conforman 51 ex trabajadores de la empresa Imsa, 24 de la empresa Asturiana de Zinc, uno de la firma Aplicamet y otro de Mota. Además, y según sostiene el diputado de IU Gaspar Llamazares, se suma el caso de una persona ajena a las instalaciones. El total: 78 personas presentan niveles de mercurio por encima de los límites que marca la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La compañía aún no ha explicado de forma pública el accidente de mercurio, todavía en fase de investigación por parte del Instituto de Prevención de Riesgos Laborales. De lo poco que ha trascendido es un informe de unas mediciones realizadas en la fábrica el 21 de enero que concluye que el mercurio detectado «no supone un riesgo real para los trabajadores de la planta».