Luanco ha recuperado su pasado pesquero. Y lo ha hecho con una exposición permanente formada por catorce paneles que se puede visitar desde ayer en pleno muelle. La muestra ofrece un breve recorrido histórico sobre algunos de los aspectos más destacables del mundo de la mar en la capital del concejo. Un manuscrito del año 1255 es una de las primeras referencias a la tradición pesquera de la villa. En ese escrito se hacía referencia a los tributos que debían pagar los pescadores del Cantábrico que querían comercializar sus capturas en el puerto. Luanco fue también un importante puerto ballenero hasta finales del siglo XVII, centuria en la que se comenzó a construir el ahora muelle viejo.

A través de fotografías, la exposición va relatando ese Luanco que siempre ha vivido de cara al mar y muestra, por ejemplo, cómo en la primera mitad del siglo XVIII veinte veleros coexistían con embarcaciones pesqueras o quién formaba la tripulación del barco "Mariñela" en 1949, donde trabajaban Ramón "de Peluca", Toño "Matapex", Ramón "El Capitán" y Pepe "Caliche".

La muestra narra los sucesivos cambios en el muelle, los pescadores, los tipos de embarcaciones tradicionales, la carpintería de ribera, un repaso por los barcos a vapor y lanchas a motor de Luanco durante el siglo XX y se detiene también en la vinculación de la mujer y la mar, la importancia de las industrias conserveras hoy desaparecidas y la playa de La Ribera como puerto ballenero. La exposición se detiene también en los edificios luanquinos con "sabor marinero", como el Museo Marítimo, en las fiestas del Socorro y de El Carmen, en el puerto de El Gayo, en las víctimas de la mar, en los patrones de pesca de 1965 a 1975 y en la presencia de "Los vizcaínos", unos emigrantes vascos que eran habituales en las labores pesqueras en la década de los años veinte. Catorce paneles que resumen la historia de un pueblo que siempre ha vivido de cara al mar.