El juicio contra un joven acusado de violar a una conocida cerca de una gasolinera de la avenida de Guadalhorce, en agosto del año pasado, quedó ayer visto para sentencia, después de que la denunciante, que tiene 20 años, mantuviese su versión de los hechos, esto es, que el presunto agresor la sacó contra su voluntad de una conocida discoteca de la calle Demetria Suárez y la llevó a un lugar apartado donde consumó la agresión. Aunque la Fiscalía mantuvo su petición de nueve años de cárcel para el acusado, hay cuestiones poco claras, que la defensa, a cargo del letrado Óscar González, explotó para solicitar la libre absolución.

El acusado, que ahora tiene 27 años, negó incluso que se hubiese producido acto sexual alguno, pese a que un análisis del Instituto de Toxicología demuestra que el ADN del semen hallado en la vagina de la víctima se corresponde con el suyo. Para la defensa, este aspecto carece de importancia, ya que, aún en el caso de que se hubiese producido un encuentro sexual, éste habría sido consentido, al no haberse ejercido violencia alguna, según mantuvo González.

El informe del forense establece que la joven presentaba lesiones de mordiscos en los labios y tres hematomas en las rodillas (la joven indicó que el acusado la acometió tras ponerla sobre ellas), pero no se apreciaron arañazos o heridas en la zona perineal o perivaginal, ni en los genitales, ni se encontraron pelos del presunto agresor, como suele ocurrir en este tipo de delitos.

La defensa recurre además a los mensajes de whatsapp que la denunciante cruzó con una amiga pocas horas después del incidente, en los que no se hacía referencia a agresión sexual alguna. "¿Sabes a quién me 'follé' esta noche? ¡Vaya bombazo! ¡A fulanito!", decía uno de los mensajes. Y otros se detenían en lo agresivo y fogoso que se había mostrado el acusado durante el acto sexual. Estos mensajes, incluidos en el informe policial, se añaden al hecho de que la joven, inicialmente, mantuviese en Comisaría que se había tratado de una relación consentida. Luego cambió su declaración. La Policía dio poco crédito a la denuncia, presentada dos días después de los hechos por la madre de la joven. Y el juez estuvo a punto de archivar el caso, aunque cambió de opinión el recibir el informe de ADN de Toxicología.