"No sabemos cómo actuar ahora. No estamos acostumbrados a una situación así, y no sabemos qué hacer con el cuerpo", decía desgarrada una de las allegadas de Ángela Massiel Martínez de la Rosa, sobre los pasos a seguir tras la muerte de su amiga. Según el círculo más cercano a Martínez, la madre de la fallecida habría pedido que repatriasen el cuerpo sin vida a la República Dominicana, país de origen de la accidentada.

El traslado del cadáver hasta el país del mar Caribe tiene un coste aproximado de 15.000 euros, una cifra de la que tendrían que hacerse cargo sus familiares en caso de que la víctima no tuviese contratado un seguro. Actualmente los allegados de Martínez se encuentran en gestiones con la embajada para realizar el trámite. "Tanto la Asociación de Dominicanos de Avilés como la embajada estamos trabajando codo con codo y poniendo nuestro granito de arena para poder repatriar el cuerpo sin vida", aseguró Daniel Díaz, presidente de la Asociación de Dominicanos de Avilés (Asodoavi).

La intención de la comunidad dominicana de Avilés es recaudar fondos para sufragar el traslado del féretro y tratar de ayudar a la familia de Martínez. "Aunque desde la embajada se hagan cargo de los costes de la repatriación, nuestra intención es la de ayudar económicamente a la madre de la fallecida y a sus tres hijos", explicó una amiga de la malograda bañista.

Sobre las acciones destinadas a la recaudación económicas, la asociación aún no tiene perfilados los pasos a seguir, si bien tienen previsto que en los próximos días comiencen a llevarse a cabo algunas iniciativas.

Martínez llevaba más de ocho años viviendo en Avilés y, aunque ahora residía en El Carbayedo, durante mucho tiempo lo había hecho en Versalles, donde era conocida por los vecinos al haber trabajado en diferentes negocios hosteleros de la zona.