Pola de Lena,

Julio VIVAS

Hace pocos días se cumplió el centenario del nacimiento de Juan Bautista Velasco Díaz, el que fuese obispo auxiliar de Manila (Filipinas) en los años 80. Natural de Parana (Lena), el prelado no pudo siquiera celebrar su 75 aniversario en vida. Un año antes, el obispo misionero fallecía a consecuencia de un fallo cardiaco en el Centro Médico de Oviedo, donde iba a ser intervenido de la próstata.

A pesar de su pronta muerte, Juan Bautista Velasco había dejado un legado importante en el continente asiático, donde pasó la mayor parte de sus años. Primero dedicado a las misiones en Fogán y Moyang (China), y más tarde en el vicariato de Amoy -hoy llamado Xiamen-, donde su obispo le nombró secretario y luego vicario general de la misión. Años más tarde, en 1948 fue nombrado obispo de Amoy, si bien el cargo no le duró mucho, debido a la entrada en la zona del Ejército Rojo de Mao-Tse-Tung un año después. Debido a ello, el obispo fue sometido a arresto domiciliario y, finalmente, desterrado por los comunistas en 1953. Aún así, conservó el título de Obispo Emérito de Amoy.

Los hechos ocurridos en China «le marcaron profundamente», tal y como recuerda su sobrino Juan Bautista Velasco Álvarez. En esa época, el prelado regresó a Asturias para marchar de nuevo a Filipinas, donde fue nombrado director nacional del apostolado entre los chinos de Filipinas, ya en 1954. Un año después, asumió el cargo de vicario general de los chinos de Manila, llegando ya en 1959 a ser vicario general de los chinos para toda Filipinas. Durante este tiempo, y tal y como reseña el libro «El concejo de Lena en el siglo XX a través de sus personajes», escrito por Gaudencio Tomillo Montes, el prelado «promovió vocaciones sacerdotales entre los chinos, organizó diez parroquias personales, nueve distritos misionales y levantó 17 escuelas católicas, logrando una población estudiantil de 22.000 alumnos». Finalmente, y un poco antes de su muerte, fue nombrado obispo auxiliar de Manila.

Además de su trayectoria religiosa, el prelado también tuvo la oportunidad de tomar parte activa en el Concilio Vaticano II en cada una de las cuatro etapas conciliares, «y podía haber ascendido más dentro del clero. Sin embargo, la experiencia vivida en China le hizo ser un religioso tradicional, que no casaba del todo con la tendencia que había entonces en la Iglesia», resalta su sobrino.

Juan Bautista Velasco Álvarez también destaca de su tío su carácter afable, «era muy campechano y con un don de gentes impresionante. Aquí contaba con grandes amigos, como José López Muñiz o Pepe Cosme. A la vez, también era muy querido en su pueblo natal, donde nadie tenía una mala palabra de él».

El prelado se marchó muy joven de Parana, con doce años acudió hasta Olmedo (Valladolid), donde cursó estudios de Humanidades en el colegio de los Dominicos de La Mejorada. Cuatro años más tarde, en 1926, pasó al noviciado de Dominicos de Santo Tomás de Ávila, donde cursó los estudios de Filosofía. De ahí a EE. UU. El obispo inició los estudios de Teología en 1931 en el Estudio General de Rosaryville, en Louisiana. Ya en 1935, Juan Baustista Velasco recibió la ordenación sacerdotal en Nueva Orleans.

Otro aspecto destacado del prelado era su facilidad para los idiomas. Además del inglés, también dominaba el italiano, el francés y varios dialectos chinos. «No tenía ningún problema a la hora de aprender idiomas», apunta su sobrino, quien también hace hincapié en el hecho destacado de que fuese nombrado obispo con 36 años, «algo impensable, tanto antes como en la época actual», subraya.

A pesar de que el centenario del nacimiento del obispo se cumplió el pasado 19 de junio, los familiares de Juan Bautista Velasco están ultimando los preparativos de un homenaje para celebrar la efeméride, una fecha que quedará marcada para siempre en la historia del concejo de Lena y del Principado de Asturias.