Cabañaquinta,

C. M. BASTEIRO

El Ayuntamiento de Aller exige a Feve que recupere los dos servicios de la línea entre Collanzo y Baiña que suprimió el pasado lunes. El recorte consistió en la eliminación de forma indefinida del primer tren de la mañana en días laborables, así como la supresión del tramo entre Moreda y Collanzo del último servicio de fin de semana.

El alcalde de Aller, David Moreno Bobela, lamentó la decisión de Feve y planteó en el Pleno una moción en contra de la supresión de los servicios que contó con el respaldo de todos los grupos políticos municipales. La moción fue aprobada por unanimidad en el último Pleno. En la propuesta, los responsables municipales mostraban su «rechazo frontal» a la supresión de ambos servicios y exigen su restablecimiento «de forma inmediata». Moreno Bobela aseguró que, con los cambios impuestos, «el último servicio de fin de semana para el trayecto hasta Collanzo será poco después de las ocho y media de la tarde». Un horario que, tal y como señaló el regidor, «limita mucho a los vecinos». En los días laborables se da el problema contrario. «Feve elimina el tren que salía de Collanzo a las siete de la mañana, por lo que los viajeros no podrán llegar a tiempo a su trabajo», destacó. Con este tipo de medidas, «es lógico que la línea ferroviaria del concejo pierda usuarios», apuntó Moreno.

El alcalde de Aller señaló la supresión de los servicios «parece estar enfocada a terminar con la línea de la comarca por desgaste». Algo que, desde su punto de vista, «puede producirse si no ponemos remedio a tiempo».

Los problemas con la línea de Feve en el concejo allerano se agravan con estos recortes, pero llevan años encima de la mesa. Hasta ahora, la principal preocupación de los viajeros eran los trenes utilizados. Feve cubre algunos servicios con convoyes de la serie 2.300. Estos vehículos cuentan con vagones fabricados en los años 50 que ya habían sido desechados en Cataluña. Los grupos municipales de IU, PP y Foro presentaron una moción conjunta para exigir la renovación de la flota en noviembre, cuando la dirección de la empresa ferroviaria aún dependía de los socialistas. En su propuesta, los partidos de la oposición aseguraban que Feve se había comprometido a renovar la flota en 2009, haciendo caso omiso a tal compromiso, e instaban al Ayuntamiento para que mediara y exigiera, «por escrito», un compromiso que reflejara «la entrada en servicio de los nuevos trenes». También pedían «respeto para los usuarios».

El alcalde de Aller había explicado que el compromiso de la empresa ferroviaria era que «los trenes nuevos entrarían en funcionamiento en febrero». Cinco meses después de cumplirse el plazo, los nuevos convoyes siguen sin ponerse en marcha.

Los usuarios también critican a la empresa ferroviaria. Además de quejarse por la supresión de los servicios, los viajeros denuncian la existencia de retrasos así como «graves deficiencias» en los trenes. Entre estas faltas aludidas por los usuarios se encuentra la existencia de «humo del motor en los vagones o los ruidos», aseguran.