Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

El planeamiento urbanístico que en la actualidad se gesta en los despachos de Carreño ha de definir la orientación del concejo de cara a las próximas décadas y despejar las dudas sobre si se tratará de potenciar un municipio turístico, industrial o residencial, aunque probablemente se opte por todo ello a la vez. El concejo ha vivido a lo largo de los últimos cien años diferentes transformaciones, pasando de ser una población volcada en la pesca e incluso en la agricultura -a pesar de las dificultades orográficas-, a comienzos y durante buena parte del siglo XX, a convertirse en el mayor exponente industrial de la Asturias de la segunda mitad de siglo, para finalmente dejarse seducir por la atractiva apuesta turística. Todo ello se conjuga en la actualidad, sin perder de vista la posibilidad de transformar la capital del concejo, Candás, en eminentemente residencial, auspiciada por las bondades de una villa costera y su poder de captación de los compradores que buscan la tan ansiada «calidad de vida».

Las previsiones fijan el año 2011 como fecha tope para que el concejo cuente con un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que sustituya al anterior, y aún vigente, de hace más de una década: 1993.

Las carencias de este documento ya se sufrieron a comienzos de la presente década, ya que en septiembre de 2001 se puso en marcha la maquinaria para su transformación. Diversas vicisitudes han provocado que en mayo de 2008 aún esté pendiente de redacción el documento principal del planeamiento urbanístico del municipio.

De lo que caben pocas dudas es de la importancia que éste tendrá para el dibujo del futuro del concejo, debatiéndose entre la apuesta por la orientación turística, industrial o residencial. LA NUEVA ESPAÑA ha consultado a distintas personas vinculadas al concejo su visión del mismo y su idea de lo que Carreño ha de ser en el futuro. Son enfoques distintos con una única idea: la mejora y el avance del municipio.