Pola de Siero,

Manuel NOVAL MORO

El equipo de gobierno de Siero quiere consensuar con la oposición un plan de saneamiento integral del concejo para planificar cómo hacer frente, en un período aproximado de diez años, a la que constituye, quizá, la necesidad básica con más carencias del territorio. Las razones de estas carencias son varias. La primera, la propia constitución del territorio sierense, con varios núcleos urbanos de cierta importancia, una amplia zona rural y numerosas manchas industriales con sus propias necesidades.

Todos los partidos, ya estén en el gobierno o en la oposición, hacen siempre hincapié en las crecientes necesidades de saneamiento del municipio, y este año el saneamiento ha sido una de las áreas con más inversión reflejada en el presupuesto del Gobierno regional en el municipio. Hay dos proyectos en marcha con grandes inversiones: la red de saneamiento de los concejos de Sariego y Siero incluida en el Plan Nacional de Calidad de las Aguas, que tendrá una inversión de 2.912.556 euros, y el tramo del colector interceptor del río Nora comprendido entre la localidad naveta de El Remedio y las de Lieres y Pola de Siero, con 2.625.904 euros de inversión.

En el caso de este último, a pesar de que se invertirá una cantidad nada desdeñable, han quedado algunas soluciones pendientes. IU denunció recientemente que un recorte en el presupuesto de la infraestructura a su paso por Siero impedirá el desarrollo de los aliviaderos de la red secundaria, que queda sin dotación económica y sin plazo de fecha. Como consecuencia de este recorte, las localidades de Aramil, Feleches y Santolaya y el polígono de Solvay se quedarán sin enganche por el momento.

El equipo de gobierno de Siero ha emprendido numerosos proyectos para paliar las carencias de saneamiento de muchas zonas del concejo, aun reconociendo que queda mucho por hacer. Como explica el edil de Polígonos, Manuel Ballestero, «la zona rural está manga por hombro; hay sitios en los que no hay saneamiento, y en otros el que hay, de hace veinte años, se ha quedado pequeño porque la sección correspondía a cuando había muchas menos viviendas».

Por el momento, el Ayuntamiento ya ha hecho el proyecto de la primera fase del saneamiento de Hevia, que estará listo en el plazo de un año. Dará servicio a unas 500 personas, en una zona de creciente carácter residencial, y tendrá un coste de más de 600.000 euros. El municipio ha iniciado el proceso de negociación con los vecinos para que le cedan los terrenos por los que discurrirá el colector.

Otra parroquia rural que tiene el saneamiento en marcha es la de Bobes, que tenía el compromiso municipal de realizarlo como una de las compensaciones por la construcción del nuevo polígono industrial, que también requerirá una red de saneamiento con mucha capacidad. La inversión total para este proyecto asciende a 1,1 millones de euros.

Otra faceta en la que está trabajando el equipo de gobierno es, precisamente, la de los polígonos industriales, que en algunos casos tienen necesidades muy básicas que cubrir. El municipio ha realizado ya los estudios y anteproyectos de saneamiento de dos polígonos, el de Los Peñones, en Lugones, y el de La Meana, en El Berrón, que requerirán también cesiones de terrenos al Ayuntamiento.

También está en desarrollo un saneamiento que dará servicio a una zona mixta, el de la localidad de Naón, en Viella, que tiene tanto viviendas como zonas industriales que requieren servicios.

Pero no solo las zonas rurales e industriales tienen problemas de saneamiento. La propia capital del concejo sufre los problemas de una red demasiado antigua. Es el caso de la calle Florencio Rodríguez, que en los últimos años ha sufrido varias indundaciones por deficiencias en la capacidad del saneamiento. Muchos frentes abiertos para un municipio con ingresos limitados.