Un grupo de usuarios de Renfe que viajaba en la noche del jueves en el último servicio de la línea Infiesto-Oviedo padeció, tras sufrir una avería, un trato que creen "inadecuado" por parte de algunos empleados de la compañía ferroviaria en la estación de El Berrón.

Los usuarios forman parte de los trece pasajeros de un convoy que, en torno a las 22 horas, sufrió una avería justo antes de llegar a la estación de Pola de Siero. Tras esperar cerca de media hora, la compañía puso a disposición de los pasajeros un nuevo tren, pero que únicamente cubrió el servicio entre Pola de Siero y la estación de El Berrón, donde los viajeros, en su mayoría con destino en la estación de Oviedo, tuvieron que apearse.

En esta estación, los usuarios, siempre según su versión, fueron recibidos con aspavientos por la persona que era responsable en la estación en ese momento. Si bien las críticas del empleado no iban dirigidas a los usuarios, sino a su propia compañía por no prever la avería, los viajeros mostraron su perplejidad y malestar por ese comportamiento.

Finalmente, la compañía trasladó a los usuarios a sus destinos por medio de taxis, aunque uno de ellos tuvo incluso que dejar su bicicleta en custodia en la estación porque no entraba en el automóvil.