Cientos de usuarios de las líneas de tren que conectan Oviedo con Infiesto y Santander se vieron ayer afectados por un fallo en un tren de mercancías a la altura de Santolaya, que obligó a Renfe a cubrir el trayecto entre Pola de Siero y Lieres con servicios de autobuses, lo que provocó importantes retrasos a los numerosos viajeros que utilizan a diario estos servicios.

El tren de mercancías tuvo un problema en un eje que le hizo salirse parcialmente de la vía, lo que ocasionó importantes daños que lo dejaron atrapado en un punto cercano al puente sobre la autovía que conecta las localidades sierenses de La Secada y Santolaya, en torno a las 12.30 horas.

Apenas media hora más tarde, Renfe puso a disposición de los viajeros autobuses para cubrir el trayecto entre las estaciones de Pola de Siero y Lieres, donde los afectados reanudaron el viaje hacia su destino, aunque, eso sí, empleando mucho más tiempo del habitual. "Ir desde Lieres hasta Lugones me lleva más de dos horas con este sistema", comenta José Valledor, que tuvo que esperar durante casi una hora por el servicio de unos autobuses que a las siete de la tarde ya acumulaban una veintena de viajes.

Otros se lo tomaron con filosofía y asumieron el hecho como un percance sin más, que por suerte no conllevó ningún daño personal. "Qué se le va hacer, son cosas que no podemos evitar y no nos queda más que tener paciencia", indicó Ignacio Fernández, que también tuvo que utilizar el autobús para cubrir el primer tramo entre la Pola e Infiesto.

Si bien el tren averiado ya fue retirado poco antes de las siete de la tarde, las labores para acondicionar las vías se prolongaron en las horas sucesivas, por lo que la propia compañía evitó dar plazos concretos para retomar la normalidad en los servicios de pasajeros. "Esperamos que mañana -por hoy- a primera hora podamos dar más datos de la situación", señalaron fuentes de Renfe a este diario a primera hora de la pasada noche.