La apertura de la caverna de La Peña, en Candamo, entre la Semana Santa y el 15 de junio, cuando se inicia el periodo veraniego de visitas, podría ser posible. Todo depende de un estudio de diagnóstico de conservación que está llevando a cabo la Dirección General de Patrimonio del Principado de Asturias en colaboración con la Facultad de Ciencias Geológicas de la Universidad de Oviedo. En cualquier caso, el nuevo calendario de apertura de la cavidad de arte rupestre solamente se extendería a los sábados y los domingos.

"Todo ello está condicionado a realizar un estudio concienzudo que valorará si es posible aumentar la carga de visitantes", afirmó Otilia Requejo, directora general de Patrimonio, durante la visita que realizó ayer a la cueva candamina junto al consejero de Cultura, Genaro Alonso, y al director de Planificación Lingüística y Normalización, Fernando Padilla.

Este exhaustivo estudio podría dar alas a la petición de la concejalía de Cultura de Candamo, aunque hay que tener en cuenta, tal y como indicó Requejo, que la cueva de La Peña es la que más ha sufrido el deterioro microambiental de las cinco cavernas que son Patrimonio Mundial de la Unesco en Asturias, una lista en la que, además de la de Candamo, figuran Tito Bustillo (Ribadesella), El Pindal (Ribadedeva), Llonín (Peñamellera Alta) y Covaciella (Cabrales).

Unos daños, por la afluencia descontrolada y el uso de luces inadecuadas en el interior de la sima, que obligaron a cerrar la caverna durante diez años para su recuperación. Además, el deterioro supuso la pérdida de algunas manifestaciones pictóricas de La Peña, como la cabeza de un ciervo en el Muro de los Grabados. "No podemos arriesgarnos a cometer los mismos errores", señaló Requejo.

En ese sentido, las delicadas características de conservación que presenta la cueva obligan a restringir las visitas. Hasta el momento, sólo se puede acceder a la caverna en Semana Santa y del 15 de junio al 15 de septiembre, con visitas guiadas en tres grupos diarios, con un máximo de 45 visitantes al día. De hecho, el consejero presentó los datos estadísticos de la última década en la caverna, por donde han pasado alrededor de 26.000 personas. También 26.782 visitantes acudieron al Centro de Interpretación de La Peña, en el palacio Valdés-Bazán de San Román.

Durante el transcurso de la visita que realizó la delegación de la Consejería de Cultura, su titular anunció otras medidas que adoptará el Principado en aras de la conservación y divulgación del patrimonio rupestre asturiano, cuyo valor es "incalculable", según el consejero, unido al Prerrománico y el Camino de Santiago como motores del patrimonio regional.

Así, Alonso anunció que tiene como objetivos inmediatos, además del plan preventivo de mejora y conservación de las cuevas, apoyar la divulgación y mejorar la accesibilidad. "En colaboración con Servicios Sociales hemos realizado un estudio de accesibilidad a la cueva de Tito Bustillo, que pretendemos extender al resto de cuevas", indicó. Una medida que permitiría a las personas con discapacidad física el acceso a las cavernas.

Asimismo, Alonso señaló que también se abordará un plan de educación patrimonial que se difundirá entre los jóvenes estudiantes de Asturias para que entren en contacto con "el conocimiento y la importancia del arte rupestre como seña identitaria de Asturias".