Las medidas de seguridad puestas en marcha por un hostelero le sirvieron para evitar un nuevo robo en su establecimiento en la madrugada del viernes. El pasado 26 de diciembre la cafetería Crisol de Lugo de Llanera vivió su enésimo robo. Ante esta situación, su propietario, José María Rodríguez, decidió poner una verja en la puerta de los baños tras la que resguarda la máquina tragaperras y la de tabaco por las noches. Una solución a priori poco ortodoxa, pero que ayer le evitó un nuevo asalto.

Lo que no logró evitar con esta medida preventiva fue la rotura de una de las lunas del establecimiento. Y es que el caco averiguó que las máquinas estaban protegidas cuando ya había reventado la cristalera por la que accedió al inmueble. Al darse cuenta de la complejidad del golpe, el ladrón decidió darse la vuelta y huir sin el botín.