Carreño llora hoy la muerte de Alberto García Rodríguez. Muy conocido en el concejo por ser uno de los fundadores de la Sociedad de Festejos de Candás (Sofeca) y por la encomiable labor de divulgación de la obra de Antón, su tío, durante los últimos años, García falleció ayer en su domicilio del perlorín barrio de Dormón a los 82 años.

Hombre muy querido en Candás, los que lo conocían lo definían como "un hombre de verbo fácil, sentido del humor y muy ordenado" -él mismo reconocía con gracia haber "amargado" a más de uno durante su etapa como secretario de Sofeca por el rigor con el que gestionaba los papeles y la caja de la entidad-, García compaginó su vida laboral en la cementera de Aboño con el trabajo desinteresado para sus vecinos: peleó duramente para que las fiestas de la villa fuesen un referente en la década de los 60 y 70, arrimó el hombro en el Candás o en Los Gorilas y, en los últimos años de su vida, hizo lo propio para ensalzar la obra de su tío.

Precisamente, uno de sus últimos éxitos, fruto de sus constantes proyectos para dar lustre y vida al museo Antón, fue el impulso a las visitas guiadas para grupos de empresas y asociaciones.