Langreo, L. M. D.

La batalla por la explotación del metano de las antiguas minas sigue abierta. Hidrocarburos del Cantábrico, la empresa que obtuvo los permisos de extracción de grisú en las Cuencas, aún negocia con Hunosa, propietaria de las minas, para poder sacar adelante su proyecto, que arrancaría en el pozo Mosquitera. Fuentes de Hidrocarburos del Cantábrico afirmaron que los trámites administrativos para la ocupación del suelo y la escasa colaboración de Hunosa -a la que ganaron un contencioso para la explotación de este gas- han «parado» la iniciativa, que pese a todo «pretendemos que salga adelante».

El proyecto de Hidrocarburos en el pozo Mosquitera (entre Langreo y Siero) prevé la extracción del metano alojado en la mina y la instalación junto a una de las cañas del pozo de tres unidades de generación eléctrica (que son móviles y tienen un tamaño similar a un contenedor de transporte), que suman una potencia total de 3.900 kilovatios, una capacidad, superior, por ejemplo, a la minicentral hidráulica que HC y Cadasa planeaban para la presa de Rioseco. La empresa calcula que en el grupo minero que formaban los pozos Mosquitera y Pumarabule hay unas concentraciones de gas metano de 8 metros cúbicos por cada tonelada de carbón. Esto supone unas reservas de más de 115 millones de metros cúbicos de gas. Los cálculos de la compañía estiman que podría estar extrayendo metano y produciendo electricidad para incorporar a la red general durante 15 años.

La iniciativa, sin embargo, se encuentra parada por «los trámites administrativos», tal y como reconocieron desde Hidrocarburos del Cantábrico. Estos trámites están relacionados con la ocupación del suelo, ya que es necesario negociar directamente con Hunosa, dueña de los terrenos. «Hay un choque de intereses entre los dueños de los permisos», Hidrocarburos, y «la propietaria del suelo, Hunosa». Por el momento, a la compañía que quiere poner en marcha la explotación de metano no le queda más salida que «seguir en negociaciones» con la hullera, con la que reconocen que no existe «un buen feeling».

Hidrocarburos del Cantábrico obtuvo en 2003 cinco permisos de investigación del metano procedente de las capas y las minas de carbón de la cuenca minera central asturiana, que abarca un territorio de 875 kilómetros cuadrados. De estos cinco permisos, la compañía ha renunciado a los de Monsacro, Campomanes y Laviana, pero siguió adelante con los de Mosquitera y Mieres. Los permisos desechados eran los que, según los estudios, tenían menos cantidad de gas y hacían difícil su explotación. En la extracción del metano de Mosquitera Hidrocarburos tenía previsto acometer una inversión de unos 600.000 euros. El proyecto incluye la instalación de una tubería para evacuar el agua del pozo, una conducción para aspirar el metano y el sellado de las cuatro cañas de las que se compone el grupo minero.

La explotación del metano de las minas es uno de los usos alternativos que en los últimos años se han desarrollado para aprovechar los pozos cerrados. Hunosa, que peleó judicialmente con Hidrocarburos del Cantábrico por los permisos de Mosquitera y Mieres, tiene autorización para investigar el aprovechamiento del grisú en varias zonas del valle del Caudal.