Mieres / Langreo,

Miguel Á. GUTIÉRREZ

Hay suelo disponible, pero faltan empresas que quieran ocuparlo. La crisis económica y el desinterés de las sociedades por impulsar nuevos proyectos industriales generadores de riqueza para el territorio ha provocado que en la actualidad existan importantes bolsas de suelo empresarial en las comarcas carboneras sin uso. En total, existen 223.000 metros cuadrados de terreno ya urbanizado, pero sin naves edificadas, pendiente del asentamiento de nuevas compañías.

En la comarca del Caudal, uno de los polígonos de nueva creación que ofrece un mayor volumen de suelo disponible es el área empresarial de Reicastro, en Mieres. Se trata de un espacio que cuenta con 128.912 metros cuadrados de los cuales 77.347 se destinarán a suelo industrial, lo que supone cerca del 60 por ciento de la superficie. El resto se dedicará a zonas verdes (18.003 metros cuadrados), servicios comunes (7.302 metros cuadrados), viales (23.109 metros cuadrados) y aparcamientos públicos (3.150 metros cuadrados).

Por el momento, Hunosa no ha recepcionado el polígono, cuyas obras de urbanización concluyeron hace cuatro meses. La hullera pública está aportando el proyecto modificaciones, la principal de ellas una importante reestructuración de la red de suministro eléctrico. La falta de ofertas de empresas para asentarse en esta superficie hace que ni Hunosa ni el Consistorio tengan la urgencia de culminar la actuación. De hecho, los técnicos municipales no han supervisado aún los trabajos.

El desarrollo del nuevo área empresarial mierense ha alcanzado una inversión final de algo más de 4,5 millones, aunque la adjudicación de la obra se cifró en 2,6 millones. A esta cantidad hay que añadir la inversión que supone el desarrollo de un circuito eléctrico y otros 333.823 euros destinados a la asistencia técnica y de gestión, entre otros conceptos.

En el valle del Nalón, el polígono de El Cadavíu, en Langreo, continúa vacío a pesar de que las obras de urbanización finalizaron hace año y medio. Se trata del primer área empresarial impulsada por Hunosa dentro de su Plan Territorial aunque la falta de ofertas de empresas interesadas en asentarse en la zona hace que no registre actividad.

El polígono, emplazado en el valle del Samuño, se divide en dos zonas. La primera y más extensa, de 54.179 metros cuadrados, se corresponde con el espacio en el que se encontraba el antiguo cargadero de carbones. La segunda de, 8.533 metros cuadrados, ocupa el terreno del antiguo parque de maderas. De toda esta superficie, 36.000 metros cuadrados son aprovechables para la captación de empresas. La urbanización de El Cadavíu costó 1,6 millones de euros.

También en Langreo, aún queda por ocupar el 10 % de los 83.000 metros disponibles del polígono empresarial de La Moral. Este área industrial, ubicado en el valle del Candín, ha vivido un complicado proceso para el asentamiento de empresas debido a la renuncia de algunas sociedades con suelo reservado que desistieron como consecuencia de la crisis económica.

De la extensión total del polígono, 32.000 metros cuadrados son útiles para el asentamiento de empresas. Además, cinco parcelas, ubicadas en el extremo más próximo a Valnalón y cuya superficie es de 5.000 metros cuadrados, están comprometidas para la instalación de naves de alquiler que contribuyan a la generación de actividad empresarial en la comarca. En Sobrescobio, el polígono de Comillera, el primer área empresarial del parque de Redes, también está a punto para empezar a acoger empresas. Dispone de 22.900 metros cuadrados, de los cuales alrededor de 8.000 serán útiles para la instalación de empresas. El Ayuntamiento de Sobrescobio prevé aprobar en septiembre los pliegos de condiciones para adjudicar las parcelas y para poner en marcha la planta embotelladora.

A estos polígonos, ya urbanizados y a la espera de ser ocupados, se suman otros que se encuentran en fase de ejecución, en algunos casos muy avanzados. Las obras de La Moral II, ampliación del actual polígono, cumplirán los plazos y estarán listas este año, según los cálculos del Ayuntamiento. La superficie es de 46.000 metros cuadrados, de los que alrededor de 20.000 serán útiles. Una segunda fase del proyecto, que necesita financiación adicional, incluye la construcción de un nuevo acceso.