Los dos acusados de atacar a los agentes de la Guardia Civil durante los disturbios registrados en Pola de Lena el pasado verano por el conflicto abierto con los trabajadores de la minería del carbón han aceptado hoy sendas penas de un año de prisión por un delito de atentado, informaron fuentes judiciales.

Las defensas de ambos acusados han llegado a un acuerdo con la Fiscalía, que inicialmente pedía una pena de tres años y medio de prisión para cada uno, y han aceptado los hechos lo que ha permitido que la vista oral, prevista para hoy en el juzgado de lo penal número 2 de Oviedo, no se haya llegado a celebrar.

Según el escrito de conclusiones provisionales del Ministerio Público, a las once de la noche del 10 de julio de 2012, agentes de la Guardia Civil se encontraban despejando una barricada incendiada, colocada por manifestantes en la autopista A-66, a la altura de Pola de Lena, cuando un grupo de unas 200 personas les arrojaron piedras y botellas de cristal desde el casco urbano lenense.

Ante este ataque, una parte del grupo entró en la localidad para disolver a los agresores y, cuando estaban cerca de ellos -entre 15 y 30 metros-, éstos continuaron lanzando botellas de cristal contra los guardias civiles que impactaron en los vehículos y en algunos de los agentes que no resultaron heridos gracias a los medios de protección (cascos y escudos) de que iban provistos.

Según la Fiscalía, entre los individuos que lanzaban estos objetos fueron identificados -M.Á.P.Á., de 38 años, e I.F.T., de 28-, ambos sin antecedentes penales.

Al primero de ellos se le ocupó una botella de cerveza que había escondido en un bolsillo cuando iba a ser detenido mientras que el segundo lanzó una botella contra los agentes en el momento en que iban a detenerlo.