Los romanos llegaron al territorio que ocupa actualmente a Asturias, según la teoría de los expertos, después de vencer a los astures en Lancia (actual León). La ciudad no se destruyó, como símbolo de la victoria romana, y las legiones comenzaron a construir la Vía Carisa para garantizar una vía de comunicación desde Astorga hasta Gijón. La actuación pudo ser rápida, finalizó en unos dos años. Emplearon a miles de legionarios, que dejaron sus trajes de batalla y se vistieron con simples casacas, y guerreros de los pueblos que ya habían sido sometidos. La Vía Carisa es un punto clave para entender el avance de las legiones hacia el territorio asturiano y el eje imprescindible para el despliegue militar, el avituallamiento y el tráfico con el puerto de Noega (Gijón).

La topografía de la Vía Carisa es, aún hoy, un ejemplo. Los romanos lograron vencer el duro desnivel de las montañas que separan Aller y Lena con una construcción en zigzag que lograba aligerar el viaje. Las colas de hombres y mulos que llevaban el avituallamiento en los momentos de mayor actividad de los romanos superaban los 14 kilómetros de longitud. Su nombre es un homenaje a Publio Carisio, el mando que ordenó su construcción.

Con la vía de comunicación asegurada, los romanos empezaron a tomar posiciones dentro del territorio asturiano, como un recuerdo para las tribus de que ya habían vencido. La primera construcción, según la hipótesis que manejan los arqueólogos, fue un campamento de vigilancia en el alto del Picu L.lagüezos. Es un lugar con gran visibilidad, que permitía a los legionarios saber qué estaba pasando a kilómetros de distancia.

El siguiente paso de los romanos hacia el territorio astur se dirigió a Curriel.los, a algo más de cinco kilómetros de distancia. Allí levantaron un campamento de verano más estable, pero se vieron sorprendidos por la rebelión astur y tuvieron que ampliar el recinto para asegurar su estabilidad y su dominio sobre la actual Asturias. El siguiente paso de las legiones es todavía un misterio.

Los únicos datos sobre este viaje de los legionarios hacia Asturias son el resultado de tres campañas de excavaciones en el alto entre Aller y Lena. Los primeros trabajos, financiados a través de un mecenazgo de Cajastur, sacaron a la luz el campamento de Curriel.los. La campaña estuvo encabezada por el arqueólogo Jorge Camino y supuso un antes y un después en la Historia de Asturias.

Curriel.los era, hace un lustro, el campamento romano construido a mayor altitud que se había encontrado en Europa. Los hallazgos de los últimos años lo dejan actualmente en un tercer puesto. Expertos de todo el mundo han estudiado su estructura, porque es muy compleja. La fortificación demuestra un crecimiento impulsado por una fuerte amenaza de los opositores.

La segunda campaña en La Carisa sacó a la luz las murallas del Homón de Faro, datadas en la época astur-visigoda. Las construcciones no son contemporáneas, pero sirven para respaldar el carácter estratégico de la zona: dos fortificaciones defensivas, enfrentadas en el monte y construidas con una gran distancia temporal.

La tercera y última investigación que se ha acometido en el enclave se centró en el Picu L.lagüezos. Fue corta, por el escaso presupuesto, pero sirvió para dar por seguro que existe otro campamento militar romano. La Consejería de Cultura, Educación y Deportes estudia ahora, por primera vez, financiar una nueva campaña en el enclave. Si el proyecto sale adelante, los expertos intentarán relacionar los dos enclaves romanos con la Vía Carisa.