Más de 2.000 mineros de la región polaca de Silesia se niegan a subir a la superficie y permanecen bajo tierra para protestar por los planes del Gobierno de cerrar varias minas de la compañía estatal de carbón Kompania Weglowa, una de las mayores empresas mineras del país centroeuropeo. El plan de reestructuración anunciado por la primera ministra polaca, Ewa Kopacz, prevé el cierre de al menos cuatro minas y la reducción de no menos de 5.000 empleados.

La protesta se inició el pasado sábado y los mineros recibieron un día después la visita de Kopacz, aunque no sirvió para desbloquear la situación. Los sindicatos mineros mantienen su oposición a los planes del gobierno y amenazan con una huelga general de todo el sector. Además, una delegación de 200 mineros y sus esposas viajó a Varsovia para trasladar sus reivindicaciones a la primera dama, Anna Komorowska. Los alcaldes de la zona también se han sumado a las protestas dado que el cierre de minas sumiría a algunas comarcas en la depresión económica.

El Gobierno de Kopacz aseguró que en 2014 las cuatro minas menos rentables sumaron pérdidas por encima de los 200 millones de euros y que la compañía pierde alrededor de 15 euros por cada tonelada de carbón producida. La compañía estatal destacó que los bajos precios del carbón y los altos costes de extracción han provocado que la empresa tenga que llevar a cabo una profunda reestructuración si quiere sobrevivir.

Kompania Weglowa emplea a cerca de 50.000 personas, la mitad de todos los trabajadores del sector minero en Polonia.