La especie del oso pardo está ya en vías de recuperación y encontrarse con ejemplares en los montes será cada vez más frecuente. Es por eso que la Fundación Oso Pardo ha editado una guía con una serie de pautas a seguir en el caso de que se produzca un "encontronazo" en el monte. Está disponible para todos, aunque se ha repartido con especial énfasis entre montañeros y cazadores de la Cordillera Cantábrica.

Mantener la calma, ante todo. Si el oso no ha detectado la presencia de personas, afirman desde la Fundación, lo mejor es retirarse con tranquilidad. Si el oso sí detecta a las personas, hay que hacerse notar: hablar alto y con seguridad, sin aspavientos, no dirigirse hacia él. Si se le facilitan vías de escape, huirá.

Si se trata de un osezno que parece "abandonado", no intentar atraparlo. Es muy posible que la madre esté cerca y acuda a defenderlo. En una cacería, si el oso acude al puesto de un participante, este debe hablarle con firmeza y nunca disparar al aire ya que el animal podría sentirse amenazado.

Hay una serie de "secretos" de los osos que se deben conocer en caso de un encontronazo. Uno de ellos es que los plantígrados, cuando se alzan sobre las patas traseras, lo hacen para detectar mejor a las personas y no para amenazar. Si están comiendo, hay que alejarse. Pueden ser muy agresivos por defender su sustento.