Comienzan las demoliciones del nuevo plan de derribos, que afectará a 16 edificios en ruinas de Langreo

Los trabajos, iniciados con la demolición de un inmueble en la Cuesta Vindoria, tienen un plazo de ejecución de nueve meses

El derribo del edificio de la Cuesta Vindoria.

El derribo del edificio de la Cuesta Vindoria. / LNE

Miguel Á. Gutiérrez

El Ayuntamiento de Langreo ha iniciado, con la demolición de un inmueble en la Cuesta Vindoria, un nuevo plan de derribos de edificios en estado ruinoso. La empresa adjudicataria de esta obra es Pronalón y, en el mismo contrato, están incluidos como lote 15 inmuebles más del concejo. Se trata de edificaciones en los barrios de Santa Ana, La Joécara y Pando, y en las calles Cahecia, La Capilla, La Huelga, Gijón (dos), El Cantarillón, Luis Ameza, Jesús Canga y La Roza. La lista se completa con edificios en Cabaños, La Inverniza y El Robledal. Con estos derribos se supera el centenar de edificios demolidos por seguridad y estética desde que se pusieron en marcha estos planes en 2015.

La actuación, señaló el gobierno local de Langreo, «se enmarca dentro del contrato mixto de redacción del proyecto, dirección de obra y ejecución de mejora ambiental de varios solares en el municipio de Langreo, que cuenta con un presupuesto de 156.090 euros y un plazo de ejecución de nueve meses». Los responsables municipales detallaron que, dentro de ese contrato, se incluye «la redacción de los proyectos técnicos de demolición; la realización de estudios de seguridad y salud; la dirección de las obras y realización de planes de seguridad; y la demolición y desmontaje de los edificios y elementos singulares y transporte y gestión de residuos».

El derribo de este primer inmueble de la Cuesta Vindoria supone un montante de 12.100 euros (IVA incluido). «Una vez que se ha iniciado esta obra, se irán sucediendo las distintas actuaciones en los barrios y distritos langreanos», remarcó el gobierno local.

Estos planes de derribos se llevan acometiendo desde 2015. Ese año, tras la llegada a la Alcaldía de IU y Somos se programó una primera actuación, elaborando una lista para convocar un concurso con varias intervenciones juntas. De esa forma, el Ayuntamiento ahorraba dinero, indicó entonces el ejecutivo municipal.

Desde entonces, también en el mandato posterior del PSOE, cada año en los diferentes presupuestos municipales se consigna una cuantía para abordar un nuevo plan de demoliciones. Para afrontar los trabajos, el Ayuntamiento hace uso de la ejecución subsidiaria, de manera que el Consistorio asume los costes de derribo del inmueble en ruinas para después repercutirlos a los dueños de las construcciones.

A estas demoliciones de edificios en avanzado estado de deterioro se suman las actuaciones emprendidas por los propietarios tras recibir el requerimiento por parte del Consistorio. El primero de los bloques de derribos fue impulsado en 2015 y afectó a trece inmuebles en ruinas de Sama, La Felguera y Barros. A ellos se sumaron las demoliciones que ejecutaron los propietarios, tras ser apercibidos por el Ayuntamiento, que fueron once.

Después, el Ayuntamiento fue incorporando otras construcciones a la lista en los sucesivos planes, hasta superar el centenar en total. Entre los derribos ejecutados en estos años figura también el antiguo cuartel de la Guardia Civil. El Consistorio llegó a un acuerdo con Sogepsa, propietaria de la parcela, para abordar la actuación, que pagó la sociedad regional.

También acometió demoliciones en uno de los principales accesos rodados a Sama, la calle Constitución. Primero se intervino en los edificios en ruina ubicados en los números 4 y 6 y posteriormente en el inmueble del antiguo café Toniher, situado enfrente. Esta zona ha sido completamente remodelada y ahora la parcela se integra en el nuevo geriátrico privado de Sama.

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