El Caudal tiró de oficio para llevarse el primer derbi astur ante un Marino mandón pero ineficaz en ataque. Un solitario tanto de Borja Navarro bastó a los mierenses para sumar su tercer triunfo consecutivo en el Hermanos Antuña y dejar el "farolillo rojo" por primera vez desde hace dos meses. La derrota, por contra, mete de lleno a los marinistas len la lucha por evitar el descenso, al acumular seis jornadas consecutivas sin vencer.

El gran estado de gracia del goleador Borja Navarro y una inusual seriedad defensiva le bastaron al Caudal para vencer a un Marino que les dominó y que pudo llevarse al menos un punto de Mieres, pero su alarmante falta de pegada les condenó en un duelo vibrante aunque de escasas ocasiones.

Los de José Luis Quirós encadenan con esta derrota en el coliseo caudalista su sexta semana sin vencer, lo que les mete en la zona de descenso. Una zona donde sigue un equipo mierense que se aferra al Hermanos Antuña para intentar acercarse a la salvación. El primer paso lo dieron ayer al dejar de ser el colista, plaza que ahora ocupa el Noja tras caer en el Sardienero ante el Racing de Santander.

El Caudal de ayer fue una versión bien distinta a la que Manolo Zúñiga suele querer para su equipo. Los mierenses apostaron por la solidez y la seriedad para vencer el derbi en lugar de la presión y la posesión como venía siendo habitual en el Antuña. Y es que el Caudal se fue al descanso con un gol de ventaja con muy poco. En el primer acto se vio al equipo mierense más defensivo de lo que va de temporada en el Antuña. Los de Quirós dominaron el juego, sobre todo, en un primer cuarto de hora donde los locales no fueron capaces de quitarse de encima la presión visitante salvo en envíos en largo. En este inicio el Marino reclamó un penalti sobre Hevia por posible agarrón al delantero de la zaga local. Además, Álvaro Muñiz tuvo el gol con un disparo desde la frontal que salió desviado. Mientras el colegiado le mostró hasta cinco cartulinas amarillas a jugadores visitantes.

Poco a poco los de Zúñiga se fueron quitando la presión marinista pero sin llegar a tener el control del juego habitual las últimas citas en Mieres. El juego se niveló sin apenas ocasiones por un lado y otro hasta que en el minuto 38 Javi Sánchez envió un gran pase entre los centrales marinistas para que Borja Navarro tocara levemente el balón superando a Ponzo en su salida.

En la reanudación el Caudal decidió apostar por la defensa y salir a la contra. Algo poco habitual en el los de Zúñiga. El técnico retrasó a Matador al pivote defensivo para que junto a Ríchard y Nacho Méndez formaran un triángulo defensivo en la medular tapando huecos. Paradójicamente, en los primeros minutos de la reanudación los locales tuvieron más la posesión pero fue un espejismo. El Marino subió líneas y el Caudal se pertrechó sobre su meta.

Jandro comenzó a crear peligro y el Caudal buscó la contra. En el minuto 63 Javi Sánchez disparó cerca del palo de Rafa Ponzo, y en el 71 el colegiado pudo expulsar a Saavedra por una entrada a Navarro que hubiera sido su segunda amarilla.

En el tramo final los de Quirós se lanzaron decididamente al ataque con Jandro como estilete. El ovetense tuvo el empate en un buen disparo desde la frontal, como Hevia en el descuento tras un centro del extremo, pero su remate salió fuera. El Caudal aguantó y acabó llevándose su primer derbi.