El calendario parece ahora el gran aliado de Carlos Granero. Después del doloroso tropiezo en Noja, el ánimo de la plantilla azul ha quedado tocado. "Es una situación de crisis clara", definió sin ambages el técnico el momento en el que quedaba el equipo tras el empate ante el colista. El Oviedo recibe ahora al Racing de Ferrol y al Tropezón esta semana en una nueva posibilidad, así es la competición, de acercarse a los puestos altos de la clasificación. El calendario y las razones económicas se convierten ahora en la tabla de salvación del técnico azul.

No parece que el consejo de administración vaya a tomar ninguna decisión sobre el futuro de Granero de una manera inmediata. Los tres consejeros -Menéndez Vallina, Manuel Paredes y Fernando Corral- se reunieron ayer para analizar la situación del equipo tras el empate de Noja. La reunión tuvo que ser interrumpida por cuestiones personales de uno de los miembros del consejo. Pero la idea manejada por la directiva es que Granero debe afrontar los dos partidos de esta semana desde el banquillo.

En el análisis de la situación pesan razones de calendario y económicas. Las del calendario son las ya comentadas: el Oviedo no tiene tiempo para los lamentos. El jueves disputa la segunda parte del partido ante el Racing de Ferrol y el domingo, la tercera jornada liguera de la segunda vuelta, ante el Tropezón. Todo lo que no sea sumar los seis puntos en juego puede ser interpretado por la afición como una nueva decepción mayúscula.

Pero en el debate sobre la conveniencia o no de la continuidad del técnico también pesan los razonamientos económicos. Uno de los principales focos de atención del consejo de Menéndez Vallina desde que llegara al poder es mejorar la situación económica. Con el estudio de las condiciones aún en curso, un gasto como el que supondría prescindir del entrenador y contratar otro en su lugar sería difícilmente asumible por la entidad carbayona.

Lo que sí tiene pensado el consejo en las próximas horas es mantener una reunión con el cuerpo técnico para trasladarle su preocupación por la situación que atraviesa el conjunto azul. La reunión podría incluso producirse también con la plantilla, protagonista en primera persona de lo ocurrido en La Caseta.

Granero tendrá así un doble examen con el Carlos Tartiere como testigo. En el primero de los duelos, sin aficionados. De no sacar resultados convincentes en los dos partidos de esta semana, la afición podría mostrar su malestar en el encuentro del domingo ante el Tropezón. Entonces, la situación podría llegar a ser crítica y el consejo se vería obligado a buscar alternativas para la dirección del equipo.