Tranquilo pero expectante con el desarrollo de acontecimientos. Así ha vivido Sergio Egea la última semana que ha culminado con su nombramiento como entrenador del Oviedo. Este curioso "casting", como él mismo define el proceso, le lleva al banquillo del Tartiere. Egea atiende la llamada de LA NUEVA ESPAÑA para mostrar sus primeras sensaciones como entrenador azul.
-¿Qué siente como entrenador del Oviedo?
-En primer lugar una tremenda ilusión. Llego a un equipo histórico y voy a trabajar en una gran ciudad. Tengo ante mí un gran reto.
-En febrero el club ya contactó con usted.
-Sí. Tras la destitución de Granero, el mismo domingo, me llamaron, pero el jueves anterior había firmado con el Eldense. Mi equipo no accedió a negociar y respeté lo que había firmado. Ahí quedó algo pendiente.
-¿Cuándo supo que sería entrenador del Oviedo?
-En los últimos meses el contacto con Joaquín del Olmo ha sido habitual. Hemos hablado muchas veces e incluso me ha comentado los fichajes que iba haciendo y qué jugadores serían importantes para el club. Todo se ha acelerado en la última semana. Había un casting, con entrenadores de mucha importancia, y soy muy afortunado de que me den esta oportunidad.
-¿Se siente segundo plato?
-He sentido una gran incertidumbre por el proceso pero al final me siento un privilegiado por entrenar al Oviedo. Entrenar a este equipo es muy atractivo, mire el "Profe" Cruz, un entrenador de renombre en México y que no pudo entrenar al Oviedo por un problema de reglamentación.
-Dice que ha hablado con Del Olmo de los fichajes, ¿qué le ha dicho?
-Hemos comentado todo este tiempo qué futbolistas serían importantes para el Oviedo. Por mi experiencia he tenido casos de jugadores con mucho nivel pero que a la hora de competir no rendían. Es el caso del Oviedo. Es un lugar con mucha exigencia y los futbolistas lo notan.
-El proyecto cuenta con el respaldo de Carso?
-Tuve la fortuna de trabajar con ellos en Pumas y lo hicieron francamente bien. Es un grupo que trabaja con seriedad. Si desde arriba funciona la cosa todo fluye. Soy una persona muy perfeccionista y me siento más seguro contando con Carso.
-¿Qué sabe del Oviedo?
-Tengo las mejores referencias de la entidad. Jugué con el Eldense en Oviedo en la temporada 81/82 en un partido bajo la lluvia, en el barro. Nando Yosu entrenaba al Oviedo. Llevo 34 años en España y aquí todos conocemos al Oviedo. Es un equipo histórico. Ha contado con grandes futbolistas como Bango, Luis Manuel, Berto? Los que estamos en esta profesión conocemos la historia y caché del club.
-¿Contará con Roberto Robles en su cuerpo técnico?
-Así es. Voy acompañado de Carlos María Rodríguez, mi asistente con el que tengo relación desde 1995, pero también cuento con Robles. No lo conozco, pero es joven y el club tiene puestas muchas esperanzas en él. Completaremos un buen grupo de trabajo. Soy un entrenador que me gusta delegar el trabajo en grupo. Lo más importante es la institución y los protagonistas han de ser los futbolistas.
-¿Le han hablado de la famosa presión del Tartiere?
-Es un privilegio trabajar en un estadio así. Es un campo hermoso, el club cuenta con unas instalaciones espectaculares, y la afición es lógico que quiera ganar. No veo que haya presión. Los futbolistas deben demostrar su calidad y eso pasa por prepararse de verdad.
-¿Le han pedido el ascenso?
-Sé lo que puedo prometer yo: trabajo. Quiero hacer un grupo comprometido, que todos sumemos. El equipo tiene que ser consciente de dónde estamos. Todos somos unos privilegiados ante esta oportunidad, en un club de la trascendencia del Oviedo. Puedo prometer honradez y entrega.
-Volverá a verse las caras con Esteban.
-Recuerdo cuando coincidimos en el Almería que me hablaba del equipo de su ciudad y de que sería muy bonito retirarse algún día jugando para ellos. El destino ha querido que nos volvamos a ver las caras. Esteban es un gran profesional, un futbolista con letras mayúsculas. Entre él, Corona y Soriano controlaban todo en el Almería.
-¿Qué tipo de fútbol predica Egea?
-En primer lugar, soy un entrenador que se adapta al plantel que tenga. Viendo los jugadores que hemos firmado, el equipo jugará en concordancia a su nivel. Quiero un equipo con personalidad, con una identidad clara sobre el terreno de juego. Seguramente nuestros rivales se replegarán y esperarán su oportunidad a la contra. Quiero un equipo que lleve el peso y juegue en campo contrario. Buscaremos ser protagonistas.
