Sus intervenciones ante los medios no son habituales. Desde que llegó a Oviedo, Joaquín del Olmo permanece en un segundo plano. Al menos de cara al público. De él dicen que, aunque figure como asesor del Grupo Carso, es el hombre de mando en el club, el encargado de tomar las decisiones de más calado. Los cambios experimentados en el Oviedo desde su llegada han llevado al club a una situación de tranquilidad institucional y de bonanza en lo deportivo. Con el equipo líder, y aprovechando la presentación del patrocinador para la camiseta, el mexicano hizo una lectura optimista del comienzo de campeonato. "Estamos encantados, el equipo está haciendo lo que pensamos que haría y la gente está enganchadísima al Oviedo, o como decís aquí, empalmadísima", señaló Del Olmo.

La situación del conjunto azul en la tabla poco tiene que ver con la que se encontró a su llegada. Del Olmo aterrizó en Oviedo el pasado 18 de enero con la intención de vivir en primera persona la realidad del club azul. Su contacto inicial llegó con el partido que el Oviedo ganó en el Tartiere al Tropezón, en pleno clima de crispación. Las cosas han cambiado una barbaridad desde entonces. El equipo es líder de su grupo y la afición vive un idilio con la plantilla. Por eso, el mexicano aboga por disfrutar de la situación. "Es el momento de que nos unamos todos. El ambiente que se vivió el domingo en el Tartiere fue increíble. Cuando estaba en el vestuario al terminar el partido, se me puso la piel chinita (de gallina)", analizó. "Escuchar al estadio así te impulsa como jugador y como directivo. Nos refuerza la idea de que estamos haciendo las cosas bien. Pero tenemos que mejorar y mantener lo que tenemos", añadió. E incidió en la misma idea: "He leído columnas en algunos periódicos de gente no habitual del fútbol que empiezan a hablar de que este puede ser el momento del Oviedo".

Dentro del club todo el mundo tiene claro el objetivo. El ascenso permitiría al Oviedo recuperar su sitio en el fútbol profesional. Del Olmo y Elías siempre han mantenido que la escalada a Segunda facilitaría las cosas. Sin embargo el discurso desde el primer día de pretemporada ha optado por evitar la palabra ascenso. No se quiere poner más cargas sobre el trabajo del equipo. Por eso, cuando se menciona que el Oviedo es líder pocos sacan pecho. Tampoco lo hace Del Olmo que sí señala, sin embargo, los aspectos más positivos de la marcha del equipo: "El fútbol es de momentos y hay que saber aprovecharlos. Cuantos más puntos saques, mejor. Empezar y terminar ganando sería lo ideal. Seguramente pasaremos por momentos peores, de crisis, pero si estamos juntos será más sencillo".

Del Olmo señaló en su intervención la importancia de haber logrado patrocinador para la camiseta ("uno de los grandes retos que teníamos como directiva") pero anunció que la actividad no se detendrá ahí. "Tenemos muchos objetivos en todos los ámbitos. Cuando voy camino del trabajo siempre hay algún problema nuevo, algo que solucionar. Es el Oviedo. El proyecto va cogiendo fuerza en el césped y en lo administrativo. Siempre tratamos de mejorar. Hay cosas que se nos escapan, como el pasado fin de semana que se quedó gente fuera del Tartiere haciendo colas".