Oviedo, L. G.

El euribor ha encadenado tres meses de descensos, aunque quienes pagan hipoteca no lo han notado por ahora. Pero el descenso en la tasa que sirve de referencia para fijar el precio de la mayoría de los préstamos para vivienda continuará y durante la próxima primavera esa variación comenzará a aliviar algo a los hipotecados, según un pronóstico muy extendido entre los analistas económicos.

Enero se cerró con el euribor en el 1,837. Es el nivel más bajo de los últimos diez meses, pero aún superior al que se registraba hace justo un año. Por tanto, quienes tienen hipotecas de interés variable referenciadas al euribor de enero van a tener en realidad una subida en sus cuotas, estimada en unos 20 euros al mes para un préstamo de tipo medio. Por lo común, el importe de las cuotas se actualiza una vez al año, tomando como referencia el valor del euribor en un mes determinado.

La tasa hipotecaria comenzó a bajar en noviembre del pasado año, al hilo de la rebaja de los tipos de interés (del 1,5% al 1,25%) que entonces decidió el Banco Central Europeo (BCE) en un intento de reactivar la recuperación de la economía. En diciembre, el Eurobanco tomó un acuerdo semejante y dejó el precio del dinero en el 1%. Los analistas presumen que el supervisor financiero podría añadir una rebaja más a medio plazo. Y es generalizada la opinión de que el euribor continuará descendiendo, favorecido además por las facilidades extraordinarias que el BCE está dando a la banca para disponer de liquidez. Tales medidas rebajan la tensión en el mercado interbancario, donde las entidades se prestan unas a otras. El euribor se calcula como promedio del interés que se aplica en esas operaciones de préstamo concertadas entre bancos. En las referidas condiciones, los expertos auguran que el euribor se moverá en los próximos meses entre el 1,5% y el 1,25%.

De ser efectivamente así, la tasa hipotecaria se pondría por debajo de los valores que tenía hace un año y, con ello, rebajaría las cuotas para aquellos hogares o empresas que en esas fechas deban renovar las condiciones de sus préstamos. Salvo en los casos en los que existan las controvertidas «cláusulas de suelo», que fijan un límite por debajo del cual las cuotas hipotecarias no se abaratan aunque lo haga el euribor.

Sobre el papel, la rebaja del euribor favorece también a quienes vayan a contratar préstamos nuevos. Ahora bien, la oferta hipotecaria está reflejando las dificultades de la banca y la restricción general del crédito. Las entidades han endurecido las condiciones de concesión de préstamos, incluido el precio. Según datos del Banco de España, el tipo medio que el sector aplica al crédito para vivienda (ver gráfico adjunto) ha subido casi un punto (del 2,60% al 3,58%) en el último año. Ese incremento recoge por un lado el que registró el euribor, pero también los mayores diferenciales que bancos y cajas de ahorros están imponiendo a los nuevos clientes.

Hay menos oferta de crédito y también menos demanda considerada «solvente» por el sector financiero. El desplome de las compraventas de pisos y el bloqueo crediticio se expresa en datos como el siguiente sobre Asturias: las hipotecas que se firman cada mes en la región (menos de 500) no llegan una cuarta parte de las que se concedían en 2007, en los últimos compases del boom inmobiliario. Por lo general, reconocen fuentes del sector, cajas y bancos tienen la mano cerrada con las hipotecas, salvo cuando se trata de financiar la venta de viviendas acumuladas por las propias entidades durante la crisis.