Gijón, Lucía MURIAS / José Luis SALINAS

Pocos minutos antes de las ocho y media de la tarde un hombre con una pancarta en la que se leía «Perdonen la molestias, estamos cambiando el mundo» atravesaba el cruce que une la avenida de la Costa y la calle Menéndez Pelayo de Gijón. Era la cabeza de la manifestación sindical convocada en Asturias en protesta por los últimos recortes del Ejecutivo y que reunió ayer a una multitud (incluso más de 150.000 según las cuentas sindicales). Veinte minutos más tarde y miles de personas después cruzaba por el mismo lugar la que en teoría debería de haber sido la cabeza de la manifestación con los principales representantes sindicales tras la pancarta.

Ya antes de iniciar la marcha los secretarios generales de UGT, Justo Rodríguez Braga, y el de CC OO, Antonio Pino, advirtieron a Rajoy de que le esperan unos meses de constantes protestas en las calles que probablemente desemboquen en la celebración de una huelga general en otoño.

La multitud tardó más de una hora en recorrer el trazado entre la plaza de El Bibio y el paseo de Begoña. Según la organización, cuando la cabeza llegó a Begoña, muchos manifestantes seguían tratando de salir de la plaza de toros. Los propios representantes sindicales reconocían al final sentirse desbordados por la respuesta de los ciudadanos. Alguno de los veteranos aseguraba que era la manifestación más grande que había presenciado, por encima de la que se celebró durante la última huelga general en Oviedo.

En el cuerpo de la manifestación había muchos funcionarios, policías, bomberos, familias con niños, desempleados, pensionistas, mineros, trabajadores de la siderurgia o de la construcción. «Estos recortes nos conducen hacia el abismo», alertó Antonio Pino. A su lado, Justo Rodríguez Braga calificaba de injustas las medidas de Rajoy. «Con estos ajustes están colocando los salarios en un nivel similar al que había en 1975», aseguraba el sindicalista. En la marcha también participaron representantes de USO, CSIF y la Plataforma Social en Defensa del Bienestar Social.

Una joven desempleada asturiana, Paula Trueba, fue la encargada de leer un manifiesto. Trueba calificó de «agresión sin precedentes» los recortes aprobados por el Ejecutivo. Sobre la tribuna esta joven también criticó con dureza a la diputada del PP Andrea Fabra, que desde la Tribuna del Congreso gritó «qué se jodan» mientras Rajoy anunciaba las medidas para hacer frente a la crisis. Sus críticas levantaron fuertes aplausos entre los manifestantes.

La marcha terminó con un pasillo a los mineros en huelga que accedieron hasta el estrado desde el fondo de la plaza entre aplausos, mientras por los altavoces sonaba la popular «Santa Bárbara bendita».

Los funcionarios de Siero, abuchean a De Lorenzo

El delegado del Gobierno en Asturias, Gabino de Lorenzo, recibió ayer una sonora pitada, por parte de un nutrido grupo de funcionarios, tras presidir una sesión de la Junta Local de Seguridad en Pola de Siero. En la imagen, los manifestantes siguen a De Lorenzo por la calle de Pedro Vigil, informa F. T.