Oviedo / Fráncfort, M. MARTÍNEZ / Agencias

Washington, Agencias

Arcelor-Mittal ha presentado una oferta de 1.500 millones de dólares (1.128 millones de euros) para hacerse con la planta de la alemana Thyssenkrupp AG en Alabama (EE UU), compitiendo con la brasileña Cia. Siderúrgica Nacional, S. A. (CSN), cuya oferta ha ascendido a 3.800 millones de dólares (2.857 millones de euros) y una participación mayoritaria en una de sus filiales. La operación, cuyas ofertas definitivas se conocerán a finales de febrero, se ha conocido días después de que Mittal captara 3.062 millones de euros en una oferta combinada de acciones ordinarias y pagarés subordinados cuyo destino es rebajar la deuda, que al cierre del tercer trimestre de 2012 superaba los 17.350 millones de euros (los datos al cierre del ejercicio se conocerán en febrero).

El apetito de Lakshmi Mittal, mayor accionista y presidente del gigante siderúrgico, para expandir su negocio parece no tener límite. Pese a la elevada deuda de la compañía, que le está obligando a realizar desinversiones en algunos de sus negocios de minería, y a la necesidad de buscar liquidez con la que rebajar su pasivo, vuelve a sorprender con una nueva operación. O al menos con el intento.

Thyssenkrupp invirtió más de 12.000 millones de euros en sendas acerías en Estados Unidos y Brasil. Eran su apuesta particular para abrir mercado en el continente americano. Pero la crisis económica provocó una caída de la demanda que, según los expertos, se unió a un incremento de los costes y una deficiente gestión. Además, la situación económica de la siderúrgica alemana en Europa también es muy delicada. La salida es la venta de Steel Americas, pero las ofertas recibidas fueron tan bajas que a la compañía no le quedó más remedio que amortizar el valor de la inversión, lo que le provocó unas enormes pérdidas.

La decisión de Lakshmi Mittal de abordar esta nueva adquisición ha provocado cierta inquietud en Europa, según los expertos, teniendo en cuenta la enorme deuda de la compañía y la caída del negocio en Europa.

Los mercados dieron una buena acogida a la última decisión de ofrecer una oferta combinada de acciones ordinarias y pagarés subordinados cuya recaudación estaba predestinada precisamente a reducir el pasivo, «una prioridad de la compañía», según la cúpula de la empresa. De esta manera, se aceleraría el plan de recorte de la deuda, situándola a finales de junio en unos 13.014 millones de euros.

La compañía continúa, además, con su plan de ajuste de producción y de plantilla en Europa. En Asturias, el arranque del horno alto B de Gijón culminó con éxito en la madrugada del jueves (01,35 horas) con la primera colada. A última hora de ayer se habían realizado varias más con normalidad, lo que hacía prever que hoy el arrabio de esta instalación fuese ya de la máxima calidad. La dirección de la empresa en Asturias prevé que el horno esté en pleno rendimiento industrial a finales de este mes o como mucho a principios de enero.

El FMI pide crecimiento y solidaridad

Lagarde sostiene que bancos centrales y países han evitado el «colapso», pero no el riesgo de recaída

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, ha señalado que las medidas adoptadas por los bancos centrales y los países han permitido evitar un «colapso» en varias partes del mundo, aunque ha alertado de que no hay que «dormirse en los laureles» para evitar una recaída y reprochó que algunas decisiones «oportunas» se adoptaron en el último momento.

Sin embargo, también incidió en que aún queda «mucho por hacer» para evitar una recaída, por lo que reclamó a las autoridades que no se relajen, ya que con una recuperación a la vista y las buenas noticias anticipadas por los mercados no hay que «reducir la marcha como si nada hubiera pasado».

También pidió una apuesta por el «crecimiento para el empleo y empleo para el crecimiento». «Éste es el "círculo virtuoso" que necesitamos promover», agregó, a la vez que pidió que el crecimiento debe ser también «solidario», con una distribución equitativa de sus frutos en todas las capas de la sociedad.

Lagarde dijo que en la eurozona se han logrado muchos avances y se han puesto en marcha nuevos instrumentos para luchar contra la crisis. Sin embargo, advirtió de que los cortafuegos aún no están plenamente operativos, son necesarios progresos en la unión bancaria y hay que incrementar la flexibilización monetaria para fomentar la demanda. A EE UU le pidió que todas las partes deben movilizarse hacia el interés nacional, para «impedir los errores de política evitables».