Oviedo

España es uno de los países del mundo con mayor economía sumergida, según el Institute for Management Development (IMD), una de las más famosas escuelas de negocios del mundo. Un informe de esta institución determina que en 2012 España estuvo entre los diez países de 59 analizados donde el impacto negativo del fraude fiscal y el trabajo irregular implican mayor deterioro del crecimiento.

El estudio del IMD, recogido en otra publicación del Instituto de Estudios Económicos (IEE), concluye que la economía sumergida perjudica claramente el crecimiento económico español. Así, se destaca que de los 59 países de la clasificación, Chile, Suiza y Noruega son las tres economías con menos problemas de actividades económicas ocultas al fisco, figurando a continuación Australia, Singapur, Finlandia, Suecia, los Países Bajos, Estados Unidos y Japón.

Entre los veinte países donde la economía sumergida apenas plantea problemas cabe destacar Alemania, Irlanda, Dinamarca y el Reino Unido entre los europeos, así como Taiwán y Hong Kong entre los asiáticos. Francia, Austria, la República Checa y Bélgica están todavía entre los 30 países menos afectados por la economía sumergida y sus consecuencias. Por el contrario, además de España, en el puesto 51.º, otros países como Hungría y Rumanía, que cierran la clasificación, también se encuentran entre los estados donde más predomina la economía sumergida, así como Italia (en el puesto 47), Eslovaquia (48) y Grecia (50).

El tamaño de la economía sumergida en España ha sido estimado por algunos estudios en el equivalente al 20% del producto interior bruto (PIB), lo que supone 250.000 millones de euros al año. A pesar del alto paro y del creciente trabajo irregular, algunos estudios indican que esa dimensión no habría crecido en los últimos años, debido al pinchazo de la «burbuja» inmobiliaria. El movimiento de dinero «B» en la compraventa de pisos fue el principal de los componentes de la economía sumergida hasta 2008.