M. C.

Responsables de Factorías Juliana aseguraron ayer que el astillero gijonés no se verá afectado por el laudo arbitral que obliga a su empresa matriz, Factorías Vulcano, a pagar 39.685.000 euros al armador noruego Petroleum Geo Services (PGS), tras la cancelación del contrato del sísmico 532 («Blue Arrow»), cuyo casco se construyó en el astillero de El Natahoyo. «Nosotros sólo actuamos como subcontratistas de Vulcano», explicaron ayer las mismas fuentes.

Aunque directamente el laudo no afectará al astillero gijonés, indirectamente sí puede tener repercusiones, reconocen. El motivo es que la deuda de Vulcano con PGS puede dificultar las posibilidades de cobro de los 58,9 millones de euros que los administradores del concurso de acreedores de Juliana reclaman al astillero gallego.

No obstante, Factorías Vulcano está intentando vender el buque 532 y el 533 (también cancelado por el mismo armador y pendiente de la decisión del arbitraje) La dirección de Vulcano manifestó ayer a «Faro de Vigo», del mismo grupo editorial que LA NUEVA ESPAÑA, que hay «tres navieras interesadas en hacerse con los dos sísmicos que canceló PGS».

De confirmarse estas ventas, «la situación de Vulcano volvería a la normalidad». Para el director financiero de Vulcano, José Domínguez, el problema de los sísmicos cancelados se encuentran en «una vía de solución». Vulcano también está tratando de desvincularse de Factorías Juliana y ya tiene «varios candidatos» para comprarlo. La hipotética venta del astillero gijonés por Vulcano, sin embargo, es difícil en la situación actual, debido a que una sentencia judicial, que no es firme, obliga a Vulcano a entregar el 51% de Juliana a Gestión de Negocios Argos, socio minoritario del astillero gallego.