Asegura el maestro de economistas Juan Velarde, presidente de la Fundación Valdés-Salas, que jamás se le olvidarán dos «choques» emocionales que recibió viajando por el mundo. El primero: volaba sobre el Pacífico en un avión de la compañía estadounidense Branniff y le sirvieron mantequilla de la marca Reny Picot; el segundo: paseaba por Ginebra y le sorprendió leer en el suelo un explícito «Reservé Alsa». Firmas asturianas con vocación internacional y multinacional. Y a esas dos empresas dedica la citada Fundación, con el sello de la editorial gijonesa Trea, los dos primeros volúmenes de la colección «Empresas y empresarios asturianos», que se presenta con vocación de continuidad.

«Resulta apasionante seguir la historia de estas dos grandes empresas multinacionales nacidas la una en Anleo y la otra en Luarca», añade Velarde en el preámbulo que comparten «El caso Ilas/Reny Picot» y «El caso Alsa», publicaciones inaugurales de una serie que ayudará a matizar algunos de los mitos historiográficos sobre las características de la economía del Principado. El primero de los estudios está firmado por Joaquín Ocampo, Esteban García-Canal, Mauro F. Guillén y Laura Fernández-Méndez. Los tres primeros son los autores, asimismo, de «El caso Alsa».

La Fundación Valdés-Salas es una entidad privada que tiene como objetivo, entre otros, llevar la universidad a las zonas rurales del Principado. Y hacerlo mediante la actividad académica y cultural. Esta colección surge para ofrecer «argumentos» -traídos desde el ejemplo de «experiencias empresariales singulares protagonizadas por empresarios contemporáneos»- que induzcan a la emulación, según palabras de Joaquín Lorences e Isidro Sánchez, vicepresidente de la institución mencionada y director del aula de Extensión Universitaria de la misma, respectivamente.

Estos estudios, publicados en una editorial de tan contrastada trayectoria como Trea, siguen el hilo de la historia de Ilas/Reny Picot y de Alsa a través de los empresarios Francisco Rodríguez, en la primera, y de José Cosmen Adelaida, en la segunda. El relato se completa con estudios referidos al ámbito de actividad económica de cada firma.