P. TUÑÓN

Un palacio de los Valdés hecho con macarrones, una iglesia de San Lorenzo con recortes o la de San Lorenzo con más colorido que nunca. Los alumnos de 3º y 4º de Secundaria del colegio Corazón de María trabajaron duro durante tres meses para plasmar edificios emblemáticos de Gijón en mosaicos hechos con material reciclado.

Un proyecto que se ha llevado una mención especial en el concurso organizado por Emulsa para estimular el reciclaje en los centros educativos y que luce expuesta en la sede del Colegio Oficial de Arquitectos, donde ayer fue presentada. «Fue difícil planificarlo, coordinar más de doscientos alumnos, dos seminarios diferentes. Pero, una vez estructurado, todo fue muy bien, y los chavales pusieron mucho entusiasmo», aseguró Alberto Estrada, profesor de Plástica. Además del seminario de Plástica del Codema, en el proyecto trabajó también el de Ciencias Sociales. Ellos se encargaron de catalogar los edificios, explicar sus características e investigar sobre su historia. De hecho, cada mosaico tiene un código QR para dirigir a quien lo meta en su móvil a un blog con información sobre cada edificio.