R. G. / P. T. / L. P.

Tras varios aplazamientos pese a su entrada en vigor el pasado 1 de junio, todo apunta a que esta vez la ordenanza de convivencia ciudadana, que prohíbe el «botellón» con multas de 100 a 750 euros, se hará cumplir en Cimadevilla a partir de la noche del viernes. La Policía Local ya tiene diseñado un plan de intervención en la zona y hará horas extras para disuadir a los jóvenes de juntarse en grandes concentraciones para beber, como las que habitualmente surgen en la plaza de Arturo Arias, popularmente conocida como El Lavaderu. Hosteleros y vecinos del barrio alto manifestaron reiteradamente en las últimas semanas su descontento con que no se aplicase la normativa, permitiendo «botellones» masivos en la zona. En cambio, el Conseyu de la Mocedá de Gijón mostró ayer su rechazo a la actuación policial en Cimadevilla, que tildan de «estado de excepción», dado que creen que la intención es «entrar en la plaza cargando contra los jóvenes».

La Jefatura de la Policía Local ha perfilado ya un dispositivo disuasorio que será presentado en apenas unos días en la Junta Local de Seguridad que cada fin de semana se celebra en Gijón. Los agentes municipales se desplegarán durante la noche del viernes en zonas de Cimadevilla, especialmente en la plaza conocida popularmente como El Lavaderu, para evitar que se produzcan aglomeraciones de jóvenes bebiendo en el lugar. Los funcionarios adoptarán una «labor preventiva», tal y como informaron ayer fuentes de la Jefatura a este periódico.

El objetivo es que la presencia de numerosos agentes en esta plaza evite que se produzcan los multitudinarios «botellones» que generan las molestias que llevan tiempo denunciando los vecinos. Algunos policías locales han sido ya avisados de la necesidad de que hagan horas extras durante las noches del viernes y del sábado para controlar la «movida nocturna», reforzando así el número de efectivos que patrullan las zonas de la «movida».

Por su parte, el Conseyu de la Mocedá de Gijón criticó ayer enérgicamente la actuación policial diseñada para este fin de semana en el barrio alto de la ciudad. Su presidente, Javier Suárez Llana, criticó «el estado de excepción que el Ayuntamiento pretende implantar en el barrio durante los fines de semana» y rechazó de plano que «limiten los accesos y aposten un policía en cada esquina».

El presidente del Conseyu también tuvo palabras para Fernando Couto, concejal de Desarrollo Económico, quien aseguró que la intervención contra el «botellón» cuidará los intereses de vecinos y hosteleros. «El señor Couto afirma velar por los intereses de hosteleros y vecinos, pero se olvida de los jóvenes, que también tenemos derecho al ocio y al disfrute del espacio público», proclamó Suárez Llana, para quien no se ha tenido en cuenta a la juventud con la ordenanza de convivencia.

«Rechazamos la intervención policial en un conflicto de convivencia al que no se ha dado la oportunidad de resolverse mediante el debate, el diálogo y la búsqueda de acuerdos», afirmó Suárez, que denunció que el plan del Ayuntamiento «no es más que entrar en la plaza cargando contra los jóvenes que se encuentren practicando el "botellón"».

El Conseyu de la Mocedá censuró asimismo «la doble moral» del Ayuntamiento en la regulación del consumo de alcohol en la calle. «En Cimadevilla no se podrá hacer "botellón" a partir del viernes, pero promocionan el Festival de la Sidra, que promueve el consumo de esta bebida en la calle. Cuando hay negocio hostelero detrás, parece que la normativa no importa», razonó Suárez Llana.

El Ayuntamiento, por su parte, contará para erradicar el «botellón» con el apoyo del cambio de legislación en el Principado, que elevará a los 18 años la edad mínima legal para consumir alcohol. De hecho, Carlos Rubiera, concejal de Educación, Cultura y Juventud, valoró positivamente ayer la medida. «No dejaba de ser una anomalía total que Asturias fuese la única comunidad autónoma que siguiese permitiendo la venta de alcohol a menores de 18 años. Como simple ciudadano, además de como concejal, creo que ahora estamos entrando en la normalidad, equiparándonos al resto de España. Obviamente esto también respalda a la propia normativa municipal», declaró.