Un nuevo acuerdo entre el equipo de gobierno de Foro en el Ayuntamiento de Gijón y la Universidad de Oviedo permitirá atajar dos problemas en un solo movimiento: el de la falta de espacio, para su expansión, en el Parque Científico y Tecnológico, por parte de la Administración local, y el de la falta de fondos para atender todas sus instalaciones, por parte de la institución académica. La clave de esta operación se encuentra en el edificio de servicios científico-técnicos, fruto de la permuta, también con el Ayuntamiento, de la antigua Escuela de Comercio.

Este edificio de 2.700 metros cuadrados que presenta un diseño moderno y funcional se creó para albergar diversos equipos científico-técnicos destinados a dar servicio a los investigadores del campus, así como a las empresas de su entorno. El centro cuenta también con un espacio de oficinas de 400 metros cuadrados destinado a vivero de empresas y donde se ubicarían la Oficina de Transferencia de los Resultados de la Investigación (OTRI) y los técnicos de apoyo del servicio, pero ese traslado nunca se llegó a realizar. El espacio se distribuye en dos plantas y cuenta con 11 oficinas de 25 metros cuadrados, una sala de reuniones de 26 metros cuadrados y una pequeña aula de 36 metros cuadrados. Unos espacios que al Ayuntamiento de Gijón le servirían para albergar a las empresas que se acercan al vecino Parque Científico y no hallan espacio porque se encuentra ya al límite de su capacidad.

Una de las razones que se aducen desde la institución académica para mantener en desuso la zona de oficinas del edificio de servicios científico-técnicos es el elevado coste que representa climatizar esos espacios. La falta de ocupación de estas instalaciones se deja notar también en la cubierta, que evidencia, apenas dos años después de haberse recepcionado la obra, los efectos del paso del tiempo sin apenas mantenimiento.

La propuesta del Ayuntamiento de Gijón permitiría dar uso a esos 400 metros cuadrados de oficinas, actualmente sin ningún tipo de actividad, al tiempo que resuelven los problemas de la Universidad para asumir los gastos corrientes de sus edificios. La iniciativa municipal, que ha sido bien acogida en el seno del equipo rectoral, podría ser uno de los asuntos a abordar durante la reunión, hoy, de la comisión de seguimiento del programa de Campus de Excelencia Internacional. El nuevo edificio fue financiado con cargo al segundo "plan E", con un presupuesto final de 2,7 millones de euros, y cuyas obras sufrieron varios retrasos también durante su ejecución inicial.

El inmueble estaba incluido en el proyecto con el que la Universidad de Oviedo logró el sello de excelencia, aunque su inauguración se retrasó más de año y medio después de la conclusión de la obra civil.

En su primera visita oficial a estas instalaciones, el rector, Vicente Gotor, anunciaba en mayo pasado que en el edificio trabajaban ya entonces cinco grupos de investigación y se incluían equipamientos singulares como un túnel de viento que sirve para la prueba de prototipos, así como un laboratorio de ensayos de alta tensión. Todos estos equipos se encuentran a disposición tanto de los grupos de investigación de la Universidad en el campus local como de las empresas que deseen validar allí sus equipos.

El edificio se presenta en dos piezas paralelas separadas por un gran patio acristalado. La primera situada dando frente a la calle principal de acceso al campus, más estrecha, que incluye la entrada principal y la sede de la administración de campus, y otros usos principales del edificio. La segunda pieza, orientada al Norte, es la que incorpora la zona de talleres.