"Seguir avanzando para buscar a la mayor brevedad posible una solución satisfactoria que dar continuidad a la actividad del Matadero en Gijón, pero siempre teniendo en cuenta la nueva ley de Régimen Local". Ése fue el mensaje que ayer - por boca de la alcaldesa Carmen Moriyón y el edil de Administración Pública y Hacienda, Alejandro Roces- recibieron los responsables del matadero de Gijón, que luchan desde hace meses para sacar adelante un proyecto empresarial con veinte empleos directos y otros tantos indirectos.

No hubo mayor definición de una solución que tiene que tener en cuenta que la Reforma Local elimina los mataderos de las competencias municipales pero para los responsables de la empresa abrir la vía de la negociación ya es todo un logro. "Hablando se entiende la gente y de esta conversación sale un proceso de entendimiento que esperamos culmine pronto", sentenció Joaquín Vázquez a la salida de la reunión en la Casa Consistorial. Vázquez fue optimista: "El matadero de Gijón va a seguir y va a ser el matadero de referencia de Asturias".

La sociedad explotadora del matadero de Gijón (Semagi), que integra a las cooperativas de agricultores y de carniceros, solicitó hasta en tres ocasiones en los dos últimos años la posibilidad de prorrogar la actual concesión del matadero, que expira en 2017. La garantía de continuidad del proyecto empresarial les era requisito básico para conseguir financiación bancaria para sus inversiones. A lo largo de los dos últimos años se han invertido dos millones en las instalaciones y sobre la mesa hay otros proyectos de envergadura. Ahora el proceso se complica con la entrada en vigor de la reforma local.

El Pleno, y a iniciativa del PSOE, decidió promover la prórroga de la actual concesión por veinte años. Foro, por su parte, diseñó en su momento un plan de arrendamiento directo. "Esos matices nos son indiferente, lo que nosotros queremos es mantener la actividad y dar servicio a los clientes", indicó el gerente, Sergio Blasco.