Más de tres horas de "Extremoduro" dan para mucho, aunque se pasen rápido. Máxime cuando ya habían anunciado el carácter "especial" de su concierto de ayer en Gijón. Tras cancelar su cita en San Mateo, Robe Iniesta, Iñaki "Uoho" y compañía salieron a escena en el Palacio de los Deportes de La Guía "Adolfo Suárez" dispuestos a resarcir al público asturiano tras la anulación en la ciudad que ayer agasajó a los Reyes. En Gijón reinaron otros príncipes -seguramente republicanos- del rock and roll.

Extremoduro se hizo esperar casi media hora, hasta que el público, que hacía cola, encontró acomodo. El escenario, de grandes dimensiones, casi no entraba en el Palacio. El público se dividió en zona tranquila y zona marchosa, a uno y otro lado del enorme escenario. Corrió la cerveza, tanto que había vendedores ambulantes con un barril de mochila por la pista y las gradas.

Tras sonar "Al cantar", de "Platero y tú", comenzó el espectáculo. Empezó a sonar el rock "transgresivo" del mítico grupo y aparecieron los músicos. Robe, el vocalista, con falda. Primero sonó "Sol de Invierno". Tras los gritos de "Robe, Robe" y el saludo del líder de la banda: "Buenas noches a todo el mundo" se hizo el silencio y campeó "Buscando una luna".

"Gracias por volver. Por volver donde alguien os quiere sin que volváis. Y a los que venís por primera vez a Extremoduro, gracias por venir, por venir a donde alguien os quiere sin que vengáis", gritó el cantante. Y empezaron los acordes de "La vereda de la puerta de atrás". Entonces el público se desbocó. Luego se sucederían temas de discos mas recientes, sobre todo del ultimo, "Para todos los públicos".

No se llenó el Palacio de los Deportes de La Guía, pero mereció la pena de tres horas de rock, extremo y duro.