El hospital de Cabueñes mantuvo en las últimas horas la situación de colapso que ha marcado su devenir en este inicio de año y ha sido motivo de denuncia y crítica pública por parte de trabajadores, pacientes y representantes políticos. La gran presión asistencial ha obligado a la dirección del complejo hospitalario a recurrir a camas extra, habitaciones triples y desvios de personas hospitalizadas a otros centros sanitarios.

En concreto, Cabueñes mantiene activo un protocolo de colaboración con el hospital de Jove que le permite desviar cada día a una decena de pacientes al centro sanitario de la zona oeste. La necesidad de recurrir a esos traslados no ha menguado con el paso de los días. De hecho, personal sanitario de Cabueñes advierte de que se están haciendo ingresos de manera inicial en este centro para ejecutar, acto seguido, el traslado del paciente a Jove ante la imposibilidad física de ubicarlos en una cama en su hospital de referencia.

Por su parte, la dirección de Jove ya optó a finales de la semana pasada por abrir dos plantas que, de manera habitual no tiene en uso, para dar respuesta a esa situación de sobresaturación y atender las demandas propias y de pacientes procedentes de Cabueñes.

Los representantes sindicales de los trabajadores no han parado de insistir en la necesidad de ampliar la presencia de personal ante la trascendencia de esa situación de sobreaforo y su persistencia en el tiempo. Denuncian la situación de precariedad de la plantilla teniendo en cuenta, por un lado, el aumento de pacientes con dolencias que necesitan de hospitalización y, por otro, la ralentización en la ejecución del trabajo tanto de personal médico como de enfermería por los sistemas de tramitación digital de toda la documentación.