"Sin respiro". Así define Blanca Menéndez la situación en "Ningún niño sin cenar" con el inicio de un nuevo curso escolar. A día de hoy la entidad presta apoyo ya a más de 2.000 niños de toda Asturias, en su mayor parte de Gijón y Avilés, de los que la mitad, un millar, "llegan a través de los colegios, que nos remiten una carta informándonos de la situación de necesidad de las familias", asegura Blanca Menéndez.

En el caso de Gijón, "salvo con un colegio privado, trabajamos con todos los centros escolares, públicos y concertados". Son los propios directores los que se encargan de transmitir a la entidad las carencias que detectan entre los alumnos, y "aquí les damos lo que necesitan: para desayunar, comer, merendar, el bocadillo del colegio, ropa y material para el colegio y juguetes", apunta Menéndez.

Todo ello, matiza, "con un riguroso seguimiento, comprobando los ingresos de cada familia y con documentos", recalca, porque "como en todo, la picaresca está al orden del día y tenemos que ser muy rigurosos en lo que hacemos".