El juez de instrucción que se encontraba el pasado martes realizando las labores de guardia dejó en libertad con cargos al hombre acusado de vender droga en casa delante de su hijo, un niño de 12 años que quedó al cuidado del abuelo materno tras el arresto de su progenitor. "El niño llega a casa diciendo que su padre tiene polvo blanco en el baño. No queremos que vuelva a tener la custodia. Necesitamos ayuda", clamó ayer el hombre, que se hizo cargo del menor exigiendo una respuesta a su situación por parte de las autoridades.

Los hechos que desencadenaron este procedimiento judicial tuvieron lugar alrededor de las cuatro y cuarto de la tarde del pasado lunes. Fue entonces cuando en la sala del 091 se recibió una llamada del hijo del presunto traficante. El menor aseguró que estaba solo en casa y que tenía miedo "porque le estaban picando en el timbre personas extrañas a la vivienda". Cuando llegaron los policías el pequeño les enseñó el lugar en el que su padre guardaba la droga que luego distribuía entre personas como las que en ese momento le estaban llamando a la puerta. Una vez localizados los estupefacientes, los funcionarios policiales establecieron un dispositivo para encontrar del padre del menor. El hombre fue localizado en su puesto de trabajo. Tras su arresto se le trasladó a los calabozos de la Comisaría de El Natahoyo, en donde permaneció varias horas hasta que pasó a disposición del juez de guardia.

No era la primera vez que el acusado tenía problemas con la justicia. El gijonés contaba con antecedentes por la comisión de delitos de malos tratos y por tráfico de drogas. Durante el registro de la vivienda del acusado que la Policía Nacional llevó a cabo el pasado lunes los agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana localizaron 16 envoltorios con una sustancia blanca que resultó ser cocaína. En total, el ahora imputado guardaba 72,9 gramos de esta droga, además de 1.900 euros en efectivo. Un dinero que supuestamente había obtenido de la venta de esa droga. Al presunto traficante también se le incautó una báscula de precisión en la que supuestamente pesaba la mercancía. En el momento de la detención la madre del pequeño se encontraba trabajando, por lo que el niño fue llevado con su abuelo.