La Agencia Local de Empleo cerraba ayer en el Aulario Norte del campus universitario gijonés el calendario de exámenes de uno de los más enrevesados procesos de planes de empleo de los últimos tiempos. No hay que olvidar que el gobierno forista de Carmen Moriyón optó en febrero -con las solicitudes ya recibidas- por paralizar la tramitación del plan 2017-2018 hasta tener avales jurídicos suficientes que garantizasen que no iba a continuar la sangría de demandas en los tribunales que le han costado a las arcas municipales cerca de cinco millones de euros en indemnizaciones. Esa suspensión dejó en el limbo las aspiraciones de unos 2.500 gijoneses. La tramitación se reanudó a mediados de abril para los aspirantes a las 144 plazas de contratos en prácticas y a principios de mayo para los 68 puestos con contratación por obra y servicio.

Precisamente a esta ultima modalidad de contratación, y en la categoría de peón que es siempre la que más solicitantes tiene, pertenecían los examinandos que ayer por la mañana se dieron cita en el campus. Estaban convocados unos 700 para la oferta de 26 plazas y, según las estimaciones de la Agencia Local de Empleo, se presentaron alrededor de 200. Menos del 30% del total. Esa baja participación ya se había detectado en los exámenes de los últimos días para cubrir los puestos de oficiales de 2ª de albañilería (17 plazas), carpintería de madera (1), carpintería metálica (3), pintura (10) y fontanería (1) y jefe de equipo (10). La edad mínima exigida en estas convocatorias era de 45 años.

En el caso de las 212 plazas en prácticas se organizaron en 32 categorías, y en muchos casos hubo reserva de plazas para mayores de 45 años. La selección tuvo lugar hace unas semanas y ya se han ejecutado la mayor parte de las contrataciones.