Oviedo, M. J. IGLESIAS

La leche y los lácteos españoles estrenaron ayer un nuevo «carné de identidad» que servirá para identificar la zona de procedencia de la materia prima envasada o de los productos. El etiquetado, presentado por el secretario general de Medio Rural, Josep Puxeu, en el salón «Alimentaria» de Barcelona, no será obligatorio para las empresas, pero las organizaciones agrarias -Asaja, COAG y UCA- esperan que la mayoría lo aplique.

De hecho, han sido las exigencias de los sindicatos agrarios para evitar que se comercialice leche extranjera a bajo precio, como si fuera nacional, las que han sido tenidas en cuenta por el Ministerio para poner en marcha el programa denominado «Letra Q».

Se trata de un completo paquete de medidas para controlar la ruta que sigue la leche desde que es ordeñada y sale de la ganadería hasta que llega a los hogares envasada. Las empresas que decidan aplicar el nuevo etiquetado deberán señalar el lugar de procedencia y de envasado de la leche. Fuentes de la Consejería de Medio Rural aclararon que la identificación no será tan exhaustiva como para ubicar pueblos o municipios, pero sí la comunidad autónoma.

Puxeu, junto a la directora general de Industria y Mercados Alimentarios, Isabel Bombal, indicó que el objetivo del nuevo etiquetado es mejorar la información y la transparencia de la producción y la comercialización. «La "Letra Q" es sinónimo de trazabilidad, transparencia e información y otorgará una diferenciación y un valor añadido a las producciones lácteas», indicó.

Añadió que supondrá importantes ventajas para todos los eslabones de la producción, desde los ganaderos a los consumidores, que sabrán de dónde es la leche que están comprando.

Desde el año 2004 funciona en España un sistema de trazabilidad plenamente operativo que permite el seguimiento de la leche desde su producción en las explotaciones ganaderas hasta su llegada a los centros donde se elaboran los productos lácteos.

La «Letra Q» es una medida que se enmarca dentro de la estrategia para el sector lácteo español, horizonte 2015, elaborada por el Ministerio de Medio Rural.

Uno de los principales problemas del sector lácteo español es la entrada de leche francesa a bajo precio, una práctica que perjudica especialmente a los ganaderos de la cornisa cantábrica, con unos altos costes de producción que los obliga a vender más cara su materia prima.