Miudes (El Franco),

A. M. S.

La parroquia de Miudes, en El Franco, despidió ayer a Sergio Linares Méndez, el niño de 10 años, vecino del pueblo franquino de Godella que falleció el domingo en un accidente en moto ocurrido a la altura de Nenín. El féretro del pequeño llegó puntual a las seis de la tarde a la iglesia Santa Marina donde esperaban numerosas personas entre amigos y familiares. Su madre, acompañada de los parientes más cercanos y muy afectada, esperó durante algo más de un minuto, en pie y arropada por dos familiares, la salida del féretro de la funeraria. Su marido y padre de Sergio, con quien iba en moto el pequeño, está ingresado en Jarrio.

Del este coche fúnebre, que fue seguido desde el tanatorio por la familia más cercana, colgaban grandes coronas de flores: de la empresa en la que trabaja su padre, Mark-Astur, de las compañeras de taller de su madre y de la familia. La mayoría de los vecinos no contuvieron las lágrimas durante el duelo. Al funeral asistieron familias enteras y esta vez incluso pequeños, todos ellos compañeros de juegos y de colegio del niño fallecido.

En la despedida no estaba el padre del niño, G. L. O., que se encuentra desde el pasado domingo ingresado en estado grave.

El hombre es un gran amante de las motos, según destacaban los vecinos. La Guardia Civil ya ha ratificado su atestado y según consta en este expediente el accidente se produjo por una salida de vía. Las personas que auxiliaron a los accidentados sostienen que la moto esquivó un coche que viajaba en sentido contrario.

Los habitantes de la parroquia de Miudes han solicitado la mejora de la carretera FR-2 donde se produjo al accidente y que a juicio de sus usuarios tiene poca visibilidad. En el lugar en el que tuvo lugar la colisión confluye una segunda vía con una incorporación difícil, según los vecinos de Miudes.