Jarrio (Coaña),

A. M. SERRANO

Los sindicatos con representación en la junta del Hospital de Jarrio aseguran que la clausura de 21 camas hasta octubre es «un mal menor» si la atención médica está garantizada. «Dadas las circunstancias, lo que tiene que entender el usuario es que no cierra la atención, sino unas habitaciones y de forma temporal», explica Carmen García Dior, delegada de Comisiones Obreras (CC OO) en el centro.

La gerencia del centro explicó a principios de mes a todos los representantes sindicales esta propuesta, que tiene cabida en otros hospitales de Asturias todos los veranos. Es la primera vez que se aplica en Jarrio. Según los sindicatos, la propuesta es «lógica» si se tienen en cuenta el período de crisis actual y la necesidad de hacer recortes. «No es que estemos de acuerdo, pero no podemos hacer otra cosa», añade García.

La clausura de 21 camas es una medida temporal, que se lleva a cabo para ahorrar en contratación de personal. De este modo, se deja de contratar a seis ATS y tres auxiliares, que harían los turnos de trabajo mientras el personal del plantilla está de vacaciones o de descanso.

El gerente del centro, Fernando Floriano, asegura que esta clausura no afecta a la atención médica. El cierre del área de ingresos dedicada durante todo el año a casos de Tocoginecología (donde se encuentran las 21 camas) sí alerta a los vecinos, usuarios y alcaldes de la zona. Estos últimos se mostraron anteayer, en su mayoría, claramente en contra del primer recorte que se hace visible y público en el Hospital de Jarrio. Los sindicatos (en Jarrio tienen representación CC OO, con cuatro delegados, UGT, con uno, SIMPA y SATSE, con siete, SAE, con dos, y SICEPA, con tres) aseguran que la propuesta ha sido dialogada con la gerencia y que la dirección del centro en ningún momento ocultó este cierre.

En el Hospital de Jarrio hay 109 camas, divididas en varias áreas: Tocoginecología, Medicina Interna, Cirugía y Pediatría. El verano pasado, la primera estuvo al 21 por ciento de su capacidad y la segunda y la tercera, al 58 por cierto. «Es decir -aclaran los sindicatos-, que tendremos dos áreas a pleno rendimiento si se cierra una».

La clausura de las 21 camas correspondientes al área de Tocoginecología no quiere decir que esta especialidad no atienda a sus pacientes durante el verano. Simplemente, los ingresos se atenderán en otra zona del hosptipal.

La gerencia del centro está sorprendida por la alarma social que ha creado esta decisión. Los sindicatos que representan a los trabajadores del hospital, en la misma línea que la gerencia, aseguran que esta práctica «es habitual en otros centros».

Los alcaldes, por su parte, lamentan que los recortes en materia de Sanidad lleguen tan pronto a la zona rural asturiana, donde los recursos en materiales y personal son menores que en la zona centro.

Los ingresos, explica la gerencia, disminuyen en verano una media de un 40 por ciento. El gerente entiende que el hospital «está de igual modo a pleno rendimiento» y que sólo se reorganizan la plantilla y sus recursos para que sean más eficaces al menor coste posible.

En los gobiernos locales, la clausura de 21 camas se entiende como un recorte de los anunciados por el gobierno central.

La alcaldesa de El Franco, Cecilia Pérez (PSOE), ha sido la única del Noroccidente que ha hecho hincapié en la «dificultad de mantener los mismos servicios públicos con menos presupuesto. Eso es lo que pasa en nuestro hospital».

El Hospital Comarcal de Jarrio, eb Coaña, da cobertura a todo el noroccidente asturiano y a los concejos del interior de la cuenca del Navia y a los Oscos.

Las palabras de los sindicatos con representación en la junta médica de Jarrio no coinciden con las secciones comarcales de los sindicatos mayoritarios en Asturias (CC OO y UGT), que critican la clausura de 21 camas en el hospital y consideran que esta medida «no es positiva» para la comarca.