Vecinos y usuarios de la playa de San Pedro de la Ribera, en Cudillero, se concentraron ayer en el arenal para reclamar a las administraciones más limpieza. Persiguen que se trasladen las piedras y cantos rodados que aparecieron en esta playa de arena tras las marejadas de febrero. "No entendemos que no se limpien las playas del Occidente", critica Pilar Rodríguez, vecina de Cudillero. "Estamos muy indignados", añade. La asociación de vecinos de Soto de Luiña y los vecinos de San pedro han solicitado al Ayuntamiento que retire las piedras para que vuelva a lucir la arena. Su petición ha caído en saco roto.

En Llanes, la Demarcación de Costas sí autorizó retirar los cantos rodados en la playas de Cuevas de Mar, "por eso estamos doblemente indignados, aquí no se puede hacer, pero allí sí", recalca el presidente de la asociación de vecinos de Soto de Luiña, Leonardo López.

Los habitantes exigen al Ayuntamiento que reflexione. "Resulta que todos los veranos cobra un euro por aparcar y ahora que pedimos una pala y poco más para retirar estas piedras no hay dinero", destaca una vecina de Salamir, Mabi Solana. Los habitantes de San Pedro también están preocupados por el tapón que han creado las piedras en la desembocadura del río. "Los campos están casi anegados", detalla Carmen Lana. Esta vecina de Oviedo veranea en San Pedro desde hace 40 años, "y nunca vi nada igual en la playa". El gobierno central retiró las piedras de la zona alta de la playa, pero no consideró oportuno actuar en la primera línea.

Las piedras que se acumulan donde antes había arena proceden, según los lugareños, de uno de los pedreros cercanos a la playa. Están llenas de vegetación y hace complicado el baño, por ejemplo, para los niños. Ana Belén González es de Mieres y pasa las vacaciones en San Pedro desde hace treinta años. "Lo que ocurre aquí es increíble. Nadie mira para esto", subraya. Este año, niños como su hijo tendrán que estar más vigilados a la hora de tomar un baño. La falta de arena, dicen los vecinos, ha creado socavones y en algunos tramos hace casi imposible el paseo por la acumulación de cantos rodados. Elvira Fernández desea que el Principado actúe "tan rápido" para solucionar esta problemática como hizo en 1998, cuando derribó una casa y remodeló los servicios de la playa.