Una buena alimentación y el confort del animal es lo que persiguen los encargados del centro de cebo experimental de Cibuyo, en Cangas del Narcea, para lograr una carne de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Ternera Asturiana de la mejor calidad. Una media de 120 terneros se encuentran en el centro, donde pasan por unos estrictos controles, tanto de alimentación como de peso y comodidad. Los datos de consumos y rendimientos obtenidos son ofrecidos a los ganaderos en charlas con el objetivo de que mejoren su rentabilidad a la hora de cebar sus reses.

Ayer, una treintena de ganaderos de Cangas del Narcea, Pola de Allande y Tineo se acercaron al cebadero para descubrir la forma de trabajar del centro, la experiencia y los datos recabados para tener la oportunidad de poder adquirir nuevos conocimientos aplicables en sus propias explotaciones. "Cada uno tenemos nuestra propia forma de cebar, pero aquí siempre puedes coger ideas de manejo y de cebo que pueden ayudar", apuntaba uno de los asistentes a la visita guiada por el centro y a la posterior charla impartida por Ramón Díaz, veterinario especialista en rumiantes.

"Siempre tenemos dos o tres tipos de alimentación distinta, probamos piensos nuevos, aditivos, forrajes, y vamos viendo los rendimientos. Además, pesamos los terneros a su entrada, a medio cebo y el día que salen, y pesamos todos los meses durante una semana los consumos de piensos por lotes. También se calcula lo que suponen las camas donde están los terneros y el rendimiento que dan, lo que nos lleva a datos concluyentes que nos sirven para aprender nosotros y para trasladarlo a los ganaderos", explica José Ramón Martínez, propietario del cebadero y gerente de Suroccidente Agrícola.

Con esta iniciativa también se quiere hacer ver a los criadores el valor añadido que aporta a una ganadería el hecho de cebar los terneros. "Pretendemos que la carne se cebe en Asturias, que no salga fuera, porque es una pena que las explotaciones con vacas nodrizas no aprovechen el valor añadido de los terneros y lo vendan a un intermediario, que se lo vende a un tercero que lo va a cebar y que me imagino que no pierde dinero porque lo sigue haciendo", apunta Florentino Lavandera, técnico comercial de piensos de De Heus, empresa colaboradora con el cebadero.

En el centro están comprobando la importancia de una buena alimentación para conseguir que el producto final, la carne que se va a comercializar, sea de la mejor calidad. Pero en ello también influye en bienestar de los animales. "Es un 50 por ciento del éxito de cebo de un ternero", subraya Martínez, que asegura que para que una alimentación sea bien absorbida "es necesario que los animales estén a gusto, que hagan bien las digestiones, lo que se traduce en que coman más y, por lo tanto en más rentabilidad". Es una idea que refuerza Florentino Lavandera, que considera que es muy importante hacer ver a los ganaderos que "el confort de los animales es esencial, ya que si no tienen una buena cama donde dormir no hacen la digestión y, por lo tanto, no reponen, y parte del pienso que han ingerido se desaprovecha y no se transforma en los kilos de carne que debieran". Por ello, considera que una de las funciones del cebadero "es convertirse en una especie de escuela donde poder transmitir nuestra experiencia".

Los terneros llegan al cebadero con unos seis o siete meses de media y salen a los 15 o 16. Todos se caracterizan por ser de raza asturiana de los valles, estar marcados dentro de la IGP Ternera Asturiana y llegar de los concejos del Suroccidente, ya que son tratantes de la zona los encargados de su compra.

La entrada del ternero al centro experimental viene marcado por una cuarentena en la que se realiza una revisión del animal, en la que se vacuna y se desparasita. Durante este periodo se alimenta solo con forrajes. Luego, se incluye en la dieta el salvado de trigo y, poco a poco, se va añadiendo pienso de crecimiento. Una mezcla que, a medida que pasan los días, va perdiendo salvado a favor del pienso, hasta que solo se alimenta con este último. Después de 110 días comienza a consumir pienso de finalización. Una vez listos, su carne es comercializada por un supermercado asturiano.