El colegio público franquino Jesús Álvarez Valdés está más cerca de disponer del ansiado ascensor, un equipamiento largamente demandado por las familias y docentes del centro, el cual incumple la normativa en materia de accesibilidad. Educación confirmó ayer a la dirección del colegio que ha iniciado los trámites para contratar la instalación y obtener los pertinentes permisos del Ayuntamiento de El Franco y que la obra empezará este verano.

En diciembre del año pasado, con el proyecto ya listo, la administración autorizó la obra. La actuación, que incluía pequeñas mejoras en materia de accesibilidad, contaba con un presupuesto global de unos 50.000 euros. Sin embargo, este mes, las familias y la dirección del centro comenzaron a preocuparse al no tener noticia de los trámites y así se lo hicieron saber a Educación en sendas misivas enviadas la semana pasada.

Ayer, la Consejería confirmó, mediante un correo electrónico enviado al centro, que los trámites están en marcha.

El presidente de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del colegio, David González, se mostró ayer prudente, aunque satisfecho con que finalmente se ponga en marcha la tramitación. "Se ha hecho un proyecto de acuerdo a la normativa, así que poco más tenemos que decir. Lo importante es que se haga, pues es una reivindicación de muchos años", indicó.

En la carta que remitieron a Educación el pasado jueves exponían sus dudas por el retraso en la tramitación. No en vano, desde que el pasado diciembre Educación autorizó la obra, no volvieron a tener noticias. "No tenemos constancia de que se haya abierto la licitación y, dado que la obra tiene que hacerse en verano para no interferir en el funcionamiento del centro, este retraso pone en serio riesgo la realización de la obra para el curso 2017/2018". Añadía, además, el sentir general de las familias, para las que "el ascensor es una obra imprescindible y prioritaria", y, por tanto, "en ningún caso es admisible el retraso en su ejecución por cuestiones administrativas".

El ascensor que acabará con los problemas de accesibilidad del centro y evitará complicaciones a los alumnos con movilidad reducida se instalará en la cara del edificio que linda con la escuela de bebés. Familias y docentes esperan que el curso 2017-2018 pueda comenzar con esta instalación en funcionamiento.